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El vapor del cigarrillo electrónico concentra hasta un 700% menos de nicotina, según un estudio

El vapor del cigarrillo electrónico concentra hasta un 700% menos de nicotina, según un estudio
El vapor del cigarrillo electrónico concentra hasta un 700% menos de nicotina, según un estudiolarazon

El primer estudio español sobre el cigarrillo electrónico concluye con que la concentración de nicotina exhalada por un vapeador es de un 450% a un 700% inferior a la de un fumador. Así, afirma que «su incidencia en espacios cerrados es nula». El trabajo ha sido elaborado por investigadores del Grupo de Investigación «Soluciones e Innovación en Química Analítica» de la Universidad de Valencia y ha sido presentado por la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE).

«La nicotina es el único ingrediente común entre cigarrillos electrónicos y tabaco, pero su presencia en el vapor exhalado es de un 450% a un 700% menor que en el humo y su prevalencia en el aire es fugaz», explicó Miguel de la Guardia, catedrático de Química Analítica de la Universidad de Valencia, que ha realizado un análisis comparativo para extraer las principales conclusiones, utilizando técnicas de espectrometría de movilidad iónica y de cromatografía. Así, además de estudiar la concentración de nicotina en el vapor, se ha evaluado también la presencia e impacto de esta sustancia en ambientes cerrados.

Para el estudio, se ha partido del vapor de un cigarrillo electrónico relleno con un milímetro de e-líquido de 16 mg. ¿El resultado? 95 nanogramos de nicotina del vapeador frente a los 670 en el caso del humo del tabaco.

Del mismo modo, tras una y dos caladas de un cigarrillo electrónico, el análisis concluye en que no se detecta presencia de nicotina en el ambiente en muestreos de 1 centímetro de distancia. La presencia en el ambiente de la nicotina sólo sería detectable a un centímetro de distancia y después de tres vapeadas seguidas de 4 a 5 segundos de duración, a niveles de 8 nanogramos. En ese caso, estaríamos hablando de «niveles ínfimos y un escenario exagerado y no realista», asegura De la Guardia.

También se ha analizado la posible transmisión en el ambiente del propilenglicol y la glicerina, sustancias utilizadas en los «e-cigarettes» y empleados habitualmente en la industia alimentaria. Su presencia, según estos expertos, es «ínfima»: 100 microgramos en el caso de la primera, y 8 en el caso de la segunda.

Hay que recordar que, hace pocas fechas, el Ministerio de Sanidad estudiaba la posibilidad de equiparar el cigarrillo electrónico con el tabaco convencional, de tal forma que supondría la prohibición de su uso en lugares públicos cerrados.