Calor

El error común que debes evitar al poner el ventilador después de meses sin usarlo

Este objeto es muy utilizado en verano, pero debemos seguir una serie de recomendaciones para no perjudicar nuestra salud

Los ventiladores nos ayudan a lidiar con las altas temperaturas u olas de calor de verano
Los ventiladores nos ayudan a lidiar con las altas temperaturas u olas de calor de veranoDreamstime

La borrasca Óscar que azota España está dando sus últimos coletazos este fin de semana y el tiempo, ahora sí, volverá a ser el más parecido a un mes de junio que anuncia la llegada del verano. Con ello, el calor y las altas temperaturas llegarán para quedarse durante esta época y para los próximos meses. Nuestro mayor aliado, además de una buena hidratación, será el ventilador o aire acondicionado. No obstante, debemos evitar cometer un error muy frecuente con este aparato, ya que llevamos varios meses sin utilizarlo.

Este dispositivo mecánico se utiliza para generar corrientes de aire y proporcionar enfriamiento o circulación de aire en el determino espacio en el que se encuentre situado. Un motor motor eléctrico conectado a un conjunto de aspas o hélices que giran rápidamente cuando el motor está encendido, y provoca una sensación agradable en situaciones de calor y que nos ayuda a lidiar con las altas temperaturas, ya que ayuda a refrescar el ambiente debido a que el flujo de aire promueve la evaporación del sudor en la piel, lo que produce una sensación de enfriamiento.

Los peligros del ventilador y el error que no debemos hacer cuando lo usamos después de varios meses

No obstante, es importante destacar que los ventiladores solo generan movimiento de aire y no enfrían el aire por sí mismos, a diferencia de los acondicionadores de aire. Por lo tanto, en climas muy cálidos, los ventiladores pueden ayudar a aliviar el malestar proporcionando una sensación de frescura, pero no reducirán la temperatura ambiente. Pese a ello, se conoce que no es saludable utilizarlo durante mucho tiempo, o al menos, durante todo el tiempo en el que estamos dormidos.

Aunque consume diez veces menos que el aire acondicionado, su elevado uso, en especial mientras estamos descansando, hace que estemos exponiendo a nuestro organismo a unas temperaturas bastante más bajas. Esto provoca que nuestros músculos se contraigan y se endurezcan, pudiendo generarse así calambres involuntarios o dolores musculares. El aire apuntando directamente hacia nosotros también podría generar daños en nuestra piel, haciendo que esta se seque y se escame.

Por otra parte, es muy probable que haya estado entre nueve y diez meses guardado y cogiendo polvo, sobre todo en la zona de las aspas e incluso en el motor, otro factor perjudicial para la salud. Los expertos explican que se deben verificar una serie de circunstancias antes de ponerlo en funcionamiento. Lo primero es pasar un paño para quitar todo el polvo que esté adherido, tanto en la zona de las aspas como en el motor. Eso evitará que el polvo no quitado no se disperse por toda la habitación, e incluso, no lo respiremos, ya que sería perjudicial para los pulmones.

Y es que, el no hacerlo, también podría suponer un problema para el propio ventilador y nuestro hogar o establecimiento, ya que el polvo puede hacer que el motor no funcione de una forma adecuada y, por ende, causemos un incendio. Por lo tanto, es indispensable que lo limpies para evitar que se te estropee directamente o incluso que provoque algún incendio inesperado.