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Emigración española

Un español se muda a Suiza y en un mes encuentra un trabajo de 4.000 euros mensuales: "Es súper fácil"

El ciudadano salió del país en busca de una oportunidad en una nación como Suiza con el fin de comenzar su negocio como emprendedor

Un español se muda a Suiza y en un mes encuentra un trabajo de 4.000 euros al mes: "Es súper fácil" La Razón

En los últimos años, se ha intensificado el éxodo de jóvenes emprendedores españoles hacia países como Andorra y Suiza, atraídos por un entorno fiscal más favorable. Este fenómeno se ha hecho especialmente visible en el sector del emprendimiento digital, donde profesionales vinculados a la tecnología, el comercio electrónico y la creación de contenido encuentran en estos destinos una carga impositiva significativamente más baja. La tendencia ha despertado preocupación entre expertos y autoridades, quienes observan con inquietud cómo el talento joven y altamente cualificado se ve forzado a buscar alternativas fuera del país para desarrollar su actividad con mayor viabilidad económica.

La decisión de abandonar España no solo responde a cuestiones fiscales, sino también a la percepción de falta de apoyo institucional y a un entorno burocrático que muchos consideran hostil para los nuevos negocios. Sin embargo, esta migración ha generado una intensa polémica en la opinión pública. Mientras algunos defienden la libertad de elección y la búsqueda de mejores condiciones para emprender, otros lo consideran un acto de insolidaridad con el sistema del que se han beneficiado. El debate sigue abierto y pone sobre la mesa la necesidad de revisar las políticas fiscales y de emprendimiento si se quiere frenar la fuga de talento que amenaza con debilitar el tejido innovador del país.

Sin embargo, esta decisión ha trascendido el sector empresarial, llegando a una gran parte de la juventud española. Factores como la creciente crisis económica junto a la imposibilidad de emancipación a una temprana edad han dado como resultado la fuga de esta clase de ciudadanos que tratan de buscar una oportunidad a futuro lejos de las fronteras de nuestro país. Al mismo tiempo, hay quienes ven esta aventura como una alternativa a los estudios, pues con las dificultades que atañen al abandono de la tierra natal, uno adquiere una formación que no encuentra en universidades ni en centro especializados. Además del idioma que, debido a la situación crítica a la que uno se somete, no le queda más remedio que aprender la lengua que se practica a diario.

Un español se muda a Suiza y gana 4.000 euros al mes

Tal es el caso de Noah Zander, quien difunde sus vivencias por medio de redes sociales con el fin de ayudar a la gente que toma la misma decisión que él. Bajo el lema de "ese chico loco que viaja por el mundo y se busca la vida", el español narra su historia desde la más absoluta cercanía, sin filtros y con todo el proceso vital en carne viva. En una de sus publicaciones más populares explica con todo lujo de detalle el proceso que empleo para conseguir trabajo en poco más de un mes con un sueldo considerable, muy lejano al esperado en España. "Encontrar trabajo en Zurich para mí es super fácil", indica. Al mismo tiempo, su propuesta para empezar a trabajar se centraba en la hostelería.

"El camarero pilla las comandas, atiende a la gente, vende y al final de la jornada se lleva una pasta en propinas", explica en relación al puesto que deseaba conseguir al buscar un empleo. Sin embargo, en Suiza existe otro tipo de empleado en los restaurantes que recibe el nombre de runner. A diferencia del camarero convencional, el trabajo de este cargo cuenta con otras tareas. "El runner es el que corre de lado a lado, lleva las bandejas, hace un trabajo físico brutal y recibe una pequeña parte de propina a final de mes", agrega. Finalmente, tras trabajar en este puesto en otro local, encontró una opción que se adaptaba a sus requisitos y con la cual ganaba alrededor de 4.000 euros al mes.

Alojado en Zurich por menos de 1.000 euros

El español expone en otro de sus vídeos las complicaciones que tuvo que afrontar para buscar un alojamiento durante los primeros días. El ambicioso plan del joven pasaba por vivir durante tres meses en Alemania, tres meses en Suiza y seis en Australia, por lo que se encontraba en la segunda fase. "Lo primero que hice es cogerme un Airbnb para poder estar durante el primer mes viviendo aquí", afirma. Para el resto de meses, un contacto le recomendó una aplicación que finalmente resulto ser su gran salvadora, pues encontró varias opciones. Una primera que costaba 780 francos por una habitación, y finalmente la opción que escogió, que era de 870 francos con mejores condiciones y más acogedora.