
Alemania
Una española no da crédito a lo que pasa tras perder la cartera: "Me habían dicho que Alemania eran un lugar diferente"
La joven se dirigía al trabajo cuando le llegó un mensaje de su compañera de piso

Perder la cartera es una de esas situaciones que pueden arruinar el día de cualquier persona por completo. El momento en el que metemos la mano en el bolsillo o el bolso y no está, provoca una mezcla de angustia y nervios: las tarjetas, el dinero, el DNI, el carnet de conducir... todo puede desaparecer en un segundo. A eso se suma el tiempo y las gestiones que implica recuperarlo todo, sin contar con la sensación de vulnerabilidad que deja.
Y si la pérdida ocurre en el extranjero, el mal rato se multiplica. Al estar lejos de casa y no conocer el idioma, a menudo las gestiones son más lentas, y las posibilidades de recuperarlas se minimizan. Es por esto que ha sorprendido tanto la historia de una joven española que perdió su cartera en Alemania y acabó viviendo una experiencia que fue mucho más allá de lo que podía imaginar. La joven en cuestión, @mariaaparisii en TikTok, ha compartido la llamativa historia por la popular red social, donde ya cuenta con cientos de visualizaciones.
"A mí me habían dicho que Alemania era un lugar diferente, pero es que lo que me pasó ayer me dejó la boca abierta", asevera. María recuerda cómo estaba tranquilamente en el trabajo cuando recibió un mensaje de su compañera de piso, en el que le preguntó si había perdido la cartera durante el trayecto: "Yo me quedo leyendo el mensaje y digo, ¿qué?, y dice, ha venido un hombre a traértela", fue entonces cuando asegura que comprobó el bolso, "y efectivamente no tenía la cartera", relata. "Se ve que se me había caído la cartera de camino al trabajo, un hombre la cogió, la vio y se fue a mi casa a llevármela", asegura con incredulidad.
"Mi dirección del DNI es la española"
"Lo más gracioso es que mi dirección en el DNI es la española (...) da la casualidad que me mudé recientemente y al mudarme me dieron una tarjeta de donante de órganos, que tú la rellenabas si querías (...) dije bueno por qué no, la rellené con mis datos, mi dirección, donde vivo actualmente en Alemania, y eso fue lo que me salvó", agrega. La creadora de contenido recuerda como dio la casualidad que había metido dicha tarjeta el día de antes en la cartera: "Lo más gracioso es que ponía mi calle, pero no ponía ni mi puerta, ni mi piso, ni nada (...) el hombre se puso casa por casa a buscar dónde estaba mi nombre en el buzón. Yo es que cuando llegué a casa y vi que estaban hasta las monedas del café, dije ¿qué?, no me había quitado nada", continúa narrando, pese a que confiesa que ya estaba pensando en realizar las gestiones necesarias para recuperar toda la documentación que había en la misma.
Así reconoce que al comprobarla "todo estaba perfecto, y encima en mi cartera estaba la tarjeta de donante de órganos por la cual me había encontrado, yo estoy flipando, estoy llega a pasar en otro lugar...". María concluye la narración, explicando que el hombre "llamó al timbre, le dejó la cartera a mi compañera de piso, y se fue sin decir absolutamente nada".
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