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Una española que vive en Australia cómo afrontan el sobrecoste de la vivienda: "Es tan caro que..."

El elevado precio del alquiler en Australia obliga a muchos jóvenes a recurrir a soluciones temporales, creativas y, a veces, extremas para poder pagar un techo

Una española que vive en Australia cómo afrontan el sobrecoste de la vivienda: "Es tan caro que..."
Una española que vive en Australia cómo afrontan el sobrecoste de la vivienda: "Es tan caro que..."Freepik / laura.angulox

Encontrar una vivienda asequible se ha convertido en una auténtica odisea en muchas partes del mundo y en la que España no es ajena. En Australia, el problema ha alcanzado un punto crítico, especialmente en ciudades costeras y de alta demanda como Sídney o la Gold Coast. Así lo cuenta Laura Angulo, una joven española residente en el país oceánico, que comparte su experiencia diaria sobre la vida lejos de casa a través de sus redes sociales, donde aborda sin tapujos la realidad del acceso a la vivienda.

Según Laura, vivir de alquiler en Australia es tan caro que muchos residentes optan por estrategias poco convencionales para sobrellevar el gasto. Una de las más habituales es subalquilar su propia habitación cuando se ausentan por apenas unas semanas. “Aunque se vayan sólo dos semanas de viaje, sacan sus cosas, las meten en casa de un amigo y alquilan la habitación ese tiempo”, explica en uno de sus vídeos publicados en TikTok (@laura.angulox).

'Short term': cómo afrontan en Australia el sobrecoste de la vivienda

Este tipo de alquiler temporal es conocido como short term, de corta duración, y suele cubrir estancias de entre una y tres semanas. “Hay gente que encadena varios short terms hasta que encuentra algo más estable o simplemente porque les conviene económicamente”, comenta Laura. A partir de tres meses ya se considera alquiler de larga duración (long term), lo que conlleva compromisos más formales y, normalmente, el pago de una fianza, conocida como bond, que suele equivaler a dos semanas de renta.

El problema es que, incluso para estos periodos breves, los precios están disparados. Una habitación privada en una zona media cuesta entre 300 y 350 dólares australianos por semana (unos 180-210 euros). Si se busca algo céntrico y con menos compañeros de piso, el precio puede subir a 500 dólares (casi 300 euros). Por el contrario, alejándose de las zonas urbanas y compartiendo vivienda con hasta ocho personas, se puede reducir a unos 250 dólares semanales.

La elección de la ciudad también influye mucho. Según Laura, “Sídney es bastante más cara, mientras que zonas como la Gold Coast son más asequibles”. Aun así, encontrar alojamiento no es fácil. “En Sídney tardé dos meses en conseguir algo. Aquí en la Gold Coast llevo dos meses enlazando short terms porque estoy esperando para entrar a trabajar en las minas, donde tendré alojamiento incluido”, relata.

Mientras tanto, muchos optan por hostales o incluso por compartir habitación, aunque esta última opción tiene serios inconvenientes. “Hay pisos con dos literas en una habitación minúscula, otras dos en la de al lado, ocho personas compartiendo baño y cocina diminuta, y aún así te cobran 250 dólares por semana. Es un abuso”, denuncia.

Riesgos y estafas al acecho

Pero no sólo el precio preocupa a quienes buscan casa. Las estafas están a la orden del día. “Hay muchos fraudes. Se aprovechan de la gente que acaba de llegar, que se fía porque Australia parece un país seguro”, advierte. “Te piden que pagues por adelantado sin haber visto el piso. Te cuentan historias, te mandan vídeos, direcciones… y todo es falso”. Por eso, insiste en no pagar “ni una señal” antes de entrar físicamente en el alojamiento.

Las principales vías para buscar vivienda, según cuenta, son aplicaciones como Flatmates o Spareroom, además de grupos de Facebook y WhatsApp. Pero incluso en estas plataformas hay que andar con cuidado.