Educación

Los españoles que han hecho estudios superiores duplican a los de primaria

El 32,2% de la población española que tiene 15 años o más ha realizado educación superior

Universitarios durante una clase en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
Universitarios durante una clase en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.Jesús G. FeriaLa Razón

El 32,2% de las personas de 15 años y más tenía estudios superiores en 2022, frente al 16% que solo había completado estudios de educación primaria o inferiores, según se desprende de la ampliación del Censo de Población correspondiente a 2022, publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El informe, que contempla variables relativas a la relación con la actividad económica como activos, ocupados, parados, etcétera, así como el nivel educativo o los estudios en curso, detalla que el 41,01% de la población de entre 25 a 64 años poseía estudios superiores. Por sexo, este porcentaje era del 45% en las mujeres y del 37% en los hombres.

Entre los jóvenes se observa mayor proporción de mujeres que de hombres con estudios superiores pues el 57,2% de las que tenían entre 25 y 29 años eran tituladas superiores, frente al 43,3% de los varones.

Por provincias, las que presentaron mayor porcentaje de población con estudios superiores en 2022 fueron Guipúzcoa (43,1%), Vizcaya (41,7%) y Madrid (41,1%), frente a Cuenca (22,7%), Almería (23,0%) y Toledo (23,7%), que presentaron los menores porcentajes.

Los municipios con más de 10.000 habitantes con mayor porcentaje de personas de 15 o más años con estudios superiores se concentraron en los alrededores de Madrid y Barcelona. Así, Tres Cantos, Las Rozas de Madrid y Sant Cugat del Vallés superaban el 62%. Por el contrario, Rojales (Comunidad Valencia), Níjar (Almería) y Jódar (Jaén) fueron los municipios con menor porcentaje de población con estudios superiores, del 7,6%, 8,7% y 12,4%, respectivamente.

Por nacionalidad, el porcentaje de extranjeros con educación superior es del 23,5%, mientras que el 29,2% ha completado estudios de educación primaria o inferiores.

Entre los principales países de nacimiento de los residentes foráneos en España, los nacidos en Venezuela (50,2%), Francia (43,8%) y Argentina (42,3%) son los que presentan los mayores porcentajes de población con estudios superiores.

Por el contrario, los nacidos en Marruecos (8,7%), Rumanía (12,8%) y República Dominicana (15,9%) registran los menores porcentajes de titulados superiores.

Otro punto a destacar respecto a la formación es que el 36 % de los trabajadores españoles con estudios terciarios estaban sobrecualificados para el puesto laboral que ocupaban en 2023, lo que supuso el mayor porcentaje de toda la Unión Europea (UE), según los datos de ayer de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.

En el conjunto de la UE, la tasa de sobrecualificación era del 22% el año pasado, aunque entre los hombres se situaba en el 21% y entre las mujeres llegaba al 23.

Tras España, los países en los que había una mayor sobrecualificación eran Grecia (31%) y Chipre (30%), mientras que las menores cifras se detectaron en Luxemburgo (5%), Dinamarca y Chequia (13% en ambos casos).

En 18 de los 27 Estados miembros del club comunitario, entre las mujeres se registraron mayores tasas de sobrecualificación que entre los hombres, y las mayores brechas entre ambos se anotaron en Malta, Eslovaquia e Italia.

Entre los países en los que los hombres estaban más sobrecualificados que las mujeres, la distancia entre unos y otras era mayor en Lituania, Letonia y Bulgaria.

En cuanto a la tasa de empleo en la UE en 2023, superó el 75% de las personas con edades comprendidas entre los 20 y los 64 años, lo que supuso la mayor cifra desde el inicio de la serie en 2009. España, no obstante, se ubicó por debajo de la media.

También ayer, la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica reclamó que las personas con discapacidad que estudian Formación Profesional (FP) cuenten con los apoyos y las adaptaciones que necesiten para garantizar su derecho a una educación inclusiva.

Considera que la enseñanza debe adaptarse a las características de cada persona y también a sus diferentes ritmos y situaciones a través de matrículas parciales y a un sistema modular dinámico y acumulable.