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Este es el momento perfecto del año para escarificar el césped, según los jardineros
Cuando las temperaturas comienzan a subir, resulta tentador salir al jardín y empezar con las tareas de mantenimiento
Con la llegada de la primavera, muchos jardineros aficionados se apresuran a realizar el mantenimiento del césped, incluyendo la escarificación. Según expertos en jardinería, el inicio de marzo es demasiado temprano para este procedimiento y podría fomentar el crecimiento de malas hierbas en lugar de fortalecer el césped.
Durante los primeros días cálidos del año, es tentador salir al jardín y comenzar con las tareas de mantenimiento. Sin embargo, escarificar el césped en marzo puede ser contraproducente. Aunque las temperaturas del aire suban, el suelo sigue estando frío, impidiendo que la hierba crezca lo suficientemente rápido para cerrar las heridas causadas por el escarificador. Esto deja el césped vulnerable y crea espacios ideales para que las malas hierbas y el musgo se expandan rápidamente.
El escarificado elimina el musgo acumulado en el césped, pero al hacerlo demasiado temprano el crecimiento de la hierba no es lo suficientemente vigoroso como para rellenar las zonas dañadas. En cambio, las malas hierbas, que se adaptan mejor a temperaturas más bajas, pueden invadir estos espacios y ganar terreno antes de que el césped se recupere.
¿Cuándo es el momento adecuado para escarificar?
Los jardineros experimentados recomiendan esperar hasta mediados o finales de abril para escarificar el césped. Para entonces, las temperaturas del suelo han subido lo suficiente, permitiendo que la hierba crezca rápidamente y se recupere del procedimiento. Un consejo es aplicar un fertilizante específico dos semanas antes de escarificar, lo que fortalecerá la hierba y facilitará su regeneración.
La temperatura del suelo es un factor crucial. Para obtener los mejores resultados, es recomendable que el suelo alcance al menos los 14 grados Celsius de manera constante. De esta manera, el césped podrá germinar de manera óptima y cerrar rápidamente las zonas afectadas.
La primavera es la época más común para escarificar, pero el otoño también ofrece una oportunidad ideal. A finales de septiembre, cuando el suelo aún conserva el calor del verano, se puede realizar este proceso con éxito. En este período, el césped tiene suficiente tiempo para regenerarse antes del invierno, siempre y cuando se combine con una fertilización adecuada.