El recién elegido Papa León XIV, antes conocido como Robert Prevost, ha revelado cuál será su primer destino internacional como líder de la Iglesia Católica. Turquía aparece en lo más alto de su agenda, en lo que sería una continuación simbólica del legado inconcluso de su predecesor, el Papa Francisco.

La visita se enmarca en los actos conmemorativos del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 en la ciudad de Iznik (la antigua Nicea), actualmente en territorio turco. Este concilio ecuménico marcó un antes y un después para el cristianismo, al establecer pilares doctrinales como la naturaleza divina de Cristo y la formulación del Credo.

Francisco había expresado su intención de acudir a Turquía en 2025 para participar en este histórico aniversario. No obstante, sus delicadas condiciones de salud hicieron que el Vaticano comenzara a reconsiderar esa posibilidad meses antes de su fallecimiento el pasado 21 de abril. Ahora, su sucesor parece dispuesto a cumplir con aquella voluntad.

La intensa agenda del nuevo Papa

Desde su elección, León XIV ha tenido una agenda intensa. Presidió su primera misa como Sumo Pontífice en la Capilla Sixtina ante el Colegio Cardenalicio y encabezó el pasado domingo su primer rezo del Regina Coeli desde la ventana del Palacio Apostólico ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro.

El pasado lunes, mantuvo un encuentro con la prensa en el Aula Pablo VI, dando inicio a su relación pública con los medios de comunicación. No obstante, el acto más solemne tendrá lugar el domingo 18 de mayo: la misa de entronización que formalizará su papado ante jefes de Estado, representantes diplomáticos y autoridades eclesiásticas de todo el mundo.

Aunque desde la Santa Sede indican que la agenda del nuevo pontífice sigue abierta, todo indica que el viaje a Turquía, previsto para finales de mayo, será una de sus primeras grandes apariciones fuera del Vaticano.

El posible viaje a Turquía no es solo un acto diplomático ni un gesto ecuménico. Es también una señal clara de que León XIV pretende asumir con compromiso los asuntos pendientes del anterior pontífice y honrar hitos fundamentales del cristianismo.

Así, mientras el Vaticano ultima los detalles logísticos y diplomáticos, el mundo católico observa con atención los primeros pasos de un líder que se estrena en un escenario global lleno de expectativas.