Consumo

Evitar los 902 al alcance de todos

El precio abusivo de este tipo de llamadas y lo que pueden hacer los consumidores para evitarlo

Tres hombres hablan por su teléfono móvil / EFE
Tres hombres hablan por su teléfono móvil / EFElarazon

Conseguir una buena oferta para el hogar, que incluya internet y llamadas ilimitadas, que permita ahorrar algo de dinero, a veces se convierte en un trabajo de investigación y rastreo hasta conseguir la oferta adecuada. Pero cuando nos vemos obligados a llamar a determinados lugares o empresas que tienen un 902 como número de atención al cliente, se suma un sobrecoste en el total de la factura. Los 902 son tipos de numeración de servicios de atención al cliente que cuestan en torno a 0,564 céntimos por minuto, si la llamada se realiza desde un móvil, y 0,112 céntimos por minuto si la llamada es desde un teléfono fijo, un coste excesivo al que el consumidor se ve obligado a hacer frente cada vez que llama a algún número que empieza por este prefijo.

¿Cómo evitar los 902?

La manera más útil de evitar llamar a este tipo de números se trata de localizar el número tradicional de contacto, que algunas compañías ofrecen junto al 902. En ocasiones, dicho número se muestra de manera menos visible utilizando eufemismos como "y si llama desde el extranjero marque...". Además de este recurso, existen varias páginas web que convierten los 902 y rastrean el número de la tarifa regular que le corresponda como son equivalente902.es o nmn900.com. La primera de ellas es una web muy fiable ya que contiene gran cantidad de número de diversas empresas, de manera organizada. La segunda web es algo más compleja pero también nos podría ayudar a encontrar la numeración que no cobre al que realiza la llamada.

En marzo de 2017, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea consideró que los 902 eran ilegales para servicios de atención al cliente y postventa (sí es legal su uso para cualquier otro tipo de servicio distinto) ya que se consideraban un abuso para el consumidor que se tenía que hacer cargo del coste de la llamada. Ante dicha sentencia, asociaciones como FACUA han comenzado la guerra contra todas aquellas empresas que aún sigan utilizándolo. En nuestro día a día, llamar a un 902 es algo corriente cuando se necesita hacer algún tipo de gestión. Desde empresas de telecomunicaciones, entidades financieras o empresas comerciales hasta aseguradoras y aerolíneas usan los 902 como línea de contacto con sus clientes. Pero la pregunta es, ¿por qué estas empresas usan estos números que tienen tarifas abusivas?

El problema real se debe a que el precio de los 902 no se ha ido adecuando al precio del mercado que tienen las llamadas a números regulares, cuyo precio ha bajado sensiblemente desde la aparición de ofertas como las tarifas planas o los bonos, entre muchas otras. En sus inicios, las llamadas a 902 costaban lo mismo que hacer una llamada interprovincial, pero en la actualidad no se ha producido un ajuste del precio entre las llamadas a los prefijos 902 y las llamadas a números regulares, lo que produce una diferencia de precios bastante dispar entre unas y otras.

Quién sale ganando en esta cuestión son las compañías operadoras que ofrecen este tipo de numeraciones a las empresas a cambio de servicios tan suculentos (como necesarios) como pueden ser la centralización de un número determinado que desvíen las llamadas, centralitas con mensajes que grabados que atienden al consumidor, que en muchos casos no necesitan una operadora, o números que son fáciles de memorizar. No obstante, quién únicamente paga este servicio es el consumidor.

Este periódico ha hablado con la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) que propone un cambio drástico en la política de tarifas para terminar con los desmesurados precios que los usuarios tienen que hacer frente cada vez que llaman a un 902. La organización propone "la inclusión de estas líneas de alto coste dentro de las tarifas planas contratadas por los usuarios y, en función de si se tiene contratado ese servicio o no, se procedería con sus bajadas de precios o subidas cuando toque". Una medida que convertiría a los 902 en un número tradicional y que propiciaría un cambio en el coste que sería más coherente y asequible para los consumidores.