¿Por qué se celebra un día mundial dedicado al ictus?

El impacto del ictus en nuestra sociedad es impresionante. Es la principal causa de discapacidad adquirida en adultos, la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. En España, ocurre un ictus cada menos de diez minutos. Las cifras son devastadoras, y las consecuencias de un ictus no tratado a tiempo pueden ser aún más demoledoras para el paciente. El Día Mundial del Ictus se celebra para aumentar la conciencia sobre esta grave condición y para educar a la población sobre la importancia de la prevención y el tratamiento temprano. Es una oportunidad para destacar los avances en los tratamientos y para promover hábitos de vida saludables que pueden reducir el riesgo de sufrir un ictus. Además, este día sirve para reconocer el trabajo de los profesionales de la salud que se dedican a tratar y cuidar a los pacientes con ictus.

¿Qué es un ictus?

Un ictus es un déficit neurológico de instauración brusca y origen vascular. Existen dos grandes tipos. El ictus hemorrágico ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, causando sangrado en el tejido cerebral. Este tipo de ictus puede ser causado por aneurismas, malformaciones arteriovenosas o hipertensión arterial no controlada. Por otro lado, el ictus isquémico es causado por la obstrucción de una arteria que suministra sangre al cerebro, generalmente debido a un coágulo de sangre. Este tipo de ictus es más común y puede ser causado por factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, el colesterol elevado y el tabaquismo. Clínicamente, se manifiesta de diferentes formas según el área cerebral afectada, como limitación para mover un brazo y/o pierna, dificultad para hablar y/o entender, o pérdida de conciencia.

¿Tiene tratamiento?

Afortunadamente, sí. Pueden y deben ser tratados. El tratamiento del ictus hemorrágico puede incluir la cirugía para reparar el vaso sanguíneo roto y detener el sangrado. En algunos casos, se pueden utilizar técnicas endovasculares para sellar el vaso sanguíneo dañado sin necesidad de una cirugía abierta. En el caso del ictus isquémico, el tratamiento puede incluir medicamentos trombolíticos para disolver el coágulo de sangre y restaurar el flujo sanguíneo al cerebro. Además, la trombectomía mecánica, una técnica que implica la extracción del coágulo de sangre, ha demostrado ser altamente efectiva.

Los tratamientos endovasculares han tenido un gran impacto en la supervivencia y pronóstico de estos pacientes, revolucionando su manejo de manera similar a la irrupción histórica de los antibióticos en los procesos infecciosos.

El tratamiento endovascular de los ictus hemorrágicos e isquémicos ha supuesto un cambio en la Medicina similar a la aparición de los antibióticos. Es muy importante también hacer hincapié en la prevención, con hábitos de vida saludables y control de factores de riesgo (hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado). La prevención es clave para reducir y mejorar la salud general de la población.

¿Quiénes realizan estos tratamientos endovasculares?

Los equipos de Neurorradiología, compuestos por médicos y enfermeros con un alto nivel de especialización, juegan un papel clave en el manejo y resolución de estos casos. Son unidades clínicas poco conocidas por la población general, pero esenciales en la confirmación diagnóstica y el tratamiento.Estos equipos están formados por profesionales muy capacitados que utilizan tecnología avanzada para el diagnóstico y el tratamiento. Los neurorradiólogos intervencionistas son médicos especializados en realizar procedimientos endovasculares para tratar enfermedades del cerebro y la médula espinal. Trabajan en colaboración con otros especialistas, como neurólogos, neurocirujanos y personal de enfermería, para proporcionar una atención integral a los pacientes.

¿Cómo actúan estos equipos de Neurorradiología?

La mayoría de estos equipos están disponibles 24 horas al día, los siete días de la semana, durante todo el año. El tratamiento precoz es crucial para mejorar las tasas de supervivencia y el pronóstico de los pacientes, tanto en los casos isquémicos como en los hemorrágicos. En las lesiones vasculares hemorrágicas, pueden acceder al foco del sangrado y sellarlo. En los aneurismas cerebrales, una embolización en las primeras 24-48 horas mejora el pronóstico. En los ictus isquémicos, los neurorradiólogos acceden al lugar de la oclusión y extraen el trombo, recuperando el flujo cerebral. El factor temporal es primordial: cuanto antes se recupere el flujo, mejor será la evolución de los pacientes.

El acceso rápido a la atención médica es esencial para minimizar el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación. Los equipos de Neurorradiología utilizan técnicas avanzadas de imagen para localizar el sitio de la obstrucción o el sangrado y guiar los procedimientos endovasculares. Estos procedimientos son muy poco invasivos y se realizan a través de pequeños catéteres que se insertan en las arterias y se guían hasta el cerebro. La precisión y la rapidez de estos tratamientos pueden marcar la diferencia entre una recuperación completa y una discapacidad permanente.

¿Podemos mejorar en la atención al ictus?

Por supuesto. Hay que ahondar en dos pilares: la concienciación de la población y la implicación de las autoridades. Los familiares, vecinos y la población en general deben dar la «voz de alarma» para una activación precoz. Es necesario instruir sobre los signos de alarma y la importancia de avisar lo antes posible a los sistemas de emergencias (112). «El tiempo es vida». Cuanto antes acceda el paciente al sistema sanitario, mejor será su pronóstico.

En los últimos años, todas las comunidades autónomas han desarrollado circuitos asistenciales para el «Código Ictus». Es responsabilidad de las administraciones facilitar los medios humanos, técnicos y organizativos para que se desarrollen eficientemente las unidades de Neurorradiología en España. Invertir en ellas redundará en la salud de los pacientes, la calidad de vida de los cuidadores y el bienestar de la sociedad.

La educación y la concienciación son fundamentales para mejorar la respuesta. Las campañas de sensibilización pueden ayudar a la población a reconocer los signos de un ictus y a actuar rápidamente. Además, es crucial que las autoridades sanitarias continúen invirtiendo en la formación de profesionales y en la mejora de la infraestructura sanitaria para garantizar que todos los pacientes tengan acceso a un tratamiento de calidad.

¿Cuál es la situación actual del tratamiento endovascular en España?

En España, el tratamiento endovascular del ictus isquémico ha avanzado significativamente en los últimos años. La trombectomía mecánica, que consiste en la extracción del trombo que obstruye una arteria cerebral, se ha convertido en una práctica estándar. Sin embargo, la disponibilidad de este tratamiento puede variar según la región. Es crucial seguir mejorando la infraestructura y la formación de los profesionales para garantizar que todos los pacientes tengan acceso a este tratamiento vital.

El desarrollo de unidades especializadas y la implementación de protocolos de actuación rápida han sido clave para mejorar los resultados en el tratamiento del ictus. Pero aún existen desafíos, como la necesidad de una mayor equidad en el acceso a estos tratamientos en todo el territorio nacional. La colaboración entre las diferentes comunidades y el apoyo continuo de las autoridades son esenciales para superar estas barreras y asegurar que todos los pacientes reciban la mejor atención posible.

STRYKER