La Opinión de Marta Robles

Incendios

Las terribles tragedias que más daños irreparables nos causan sirven para una cosa: para reflexionar y evitar que se repitan

GRAFCVA8504. VALENCIA, 22/02/2024.- Bomberos trabajan en el incendio declarado sobre las cinco y media de esta tarde en un quinto piso de un edificio de viviendas de València que ha afectado totalmente al inmueble y se ha propagado a otro anexo, y los bomberos intentan aún rescatar a vecinos desde los balcones. EFE/Manuel Bruque
Los bomberos intentan rescatar a vecinos atrapados por el fuego desde los balconesManuel BruqueAgencia EFE

Nunca nos planteamos que, de pronto, puede saltar una chispa y quemarlo todo. Y menos en nuestras casas, nuestros refugio, donde nos sentimos tan protegidos. Sin embargo, es en nuestras casas donde apenas prestamos atención a un montón de detalles que parecen nimios y que, por el contrario, son fundamentales para nuestra seguridad: la situación en la que se encuentran las instalaciones eléctricas, el enchufe que explotó al producirse un cortocircuito y que nunca llegamos a cambiar, la vieja lámpara al lado del peluche preferido de nuestro hijo, que se calienta más de la cuenta… Solo cuando vemos un incendio aterrador como el de Valencia, que ha quemado un edificio entero en veinte minutos, y donde han muerto 9 personas, otras tantas han resultado heridas y aún hay desaparecidos, nos acordamos de los posibles riesgos de nuestros propios domicilios.

Es cierto que en el caso de este edificio había materiales que duplicaban el peligro. Que la fachada del edificio incendiado estuviera posiblemente revestida de polietileno, que es un material inflamable, pudo ser definitivo para la propagación de las llamas. Y es cierto que ahora está prohibido. Pero no lo estaba en 2005, cuando se construyó este inmueble y tantos otros como este, en medio de un «boom» de la construcción.

Más allá de que ahora las autoridades deban ocuparse de las personas que se han quedado sin vivienda y sin recuerdos, pero sí con hipoteca…, debería revisarse el uso del polietileno no solo en Valencia sino en toda España, porque ¿quién nos asegura que en nuestras casas no se ha usado ese material u otro igual inflamable y tóxico? Las terribles tragedias que más daños irreparables nos causan sirven para una cosa: para reflexionar y evitar que se repitan.