Sueño
Descubre el Inemuri, la siesta japonesa que aumenta la energía y reduce la fatiga
Dormir unos minutos a lo largo del día mejora las habilidades cognitivas y la memoria
Los científicos han demostrado que la siesta perfecta debe durar unos 30 minutos. Es la denominada siesta energética por los beneficios que produce en la salud de los que la practican. La duración casi exacta de media hora se debe a que durante ese periodo de tiempo no se llega al sueño profundo o fase REM y es más fácil despertarse sin aturdimiento.
Estos minutos de sueño al margen de la noche mejora las habilidades cognitivas y el estado de alerta, sin afectar negativamente a la capacidad de poder dormir durante las horas nocturnas. Asimismo, puede ayudar a sentirse más relajado y renovado, reduce la fatiga y aumenta el estado de ánimo, el tiempo de reacción, la memoria y el humor. Además, puede estimular el sistema inmunológico y reducir el estrés.
Nuestra siesta se realiza, normalmente, después de comer, durante las vacaciones o los fines de semana y en la intimidad. Los japoneses también su siesta particular pero difiere bastante de la española, es el denominado Inemuri.
Esta costumbre consiste, básicamente, en quedarse dormido en cualquier lugar y momento. De esta forma, los japoneses, y muchos otros asiáticos, pueden dormir sin problema durante algunos minutos en reuniones, medios de transporte, cafés, el colegio o en la oficina.
Lo más curioso es que practicar Inemuri está bien visto y no es criticado socialmente. Y es que para los japoneses quedarse dormido en el trabajo se considera como un indicador del gran esfuerzo y dedicación del trabajador con su empresa. Según esta teoría aquellos empleados que se echan un sueñecito sobre la mesa de la oficina es porque están agotados por trabajar duro y durante muchas horas, y necesitan unos minutos de descanso.
Una de las características de esta particular siesta japonesa, que puede durar entre 5 y 60 minutos, viene dada por el propio significado de Inemuri: "estar presente mientras se duerme". Es decir, dormir durante un corto espacio de tiempo pero permanecer lo suficientemente consciente para reaccionar en cualquier momento. Es importante que en este descanso no se llegue al sueño profundo, ya que el llevarse a cabo en un lugar público puede interrumpirse en cualquier momento.
La práctica está tan arraigada que ya son muchas las empresas que han adecuado sus instalaciones para que los trabajadores puedan dar una cabezadita en zonas específicas para el descanso.
Estos minutos de relajación y descanso son realmente reparadores y aportan energía tanto al cuerpo como al cerebro. Poder desconectar durante un breve espacio de tiempo permite reducir la fatiga y volver a las actividades habituales con fuerzas renovadas.
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