
Comercio
Kenitra, el principal mercado de ropa usada de Marruecos: "aquí encuentras prendas de marca a buenos precios"
En el bazar de Joutiya Ben Abbad decenas de tiendas ofrecen la ropa que los europeos desechan

Los compradores lo tienen claro: encontramos ropa de marca a precios baratos y no falsificaciones como en muchas tiendas. La ciudad marroquí de Kenitra, en concreto el bazar de Joutiya Ben Abbad, es la principal receptora de ropa usada proveniente de Europa, que se vende a precios populares y atrae a muchos magrebíes.
Segun se relata en un reportaje publicado por Le360, los pasillos del bazar están repletos de ropas de colores, de vaqueros colgados en ganchos improvisados y “voces que se entremezclan en un bullicio familiar. Aquí, a pesar de los incendios, a pesar del aumento de precios, la llama del comercio permanece inextinguible”.
Bajo el sol abrasador de Kenitra, los tonos se funden . Montañas de ropa procedente de Europa se apilan, clasifican y, a veces, se planchan antes de ofrecerse a precios inmejorables. Pero tras esta colorida efervescencia, se esconde una realidad más frágil. Hace unos meses, varios incendios asolaron el zoco, reduciendo a cenizas decenas de puestos. Las cicatrices aún son visibles, agrega.
“Ya hemos sobrevivido a tres incendios aquí”, dice Idriss, de unos cincuenta años, de pie detrás de su puesto, cubierto con camisas bien dobladas. “Personalmente, estos incendios destruyeron cuatro de las tiendas que alquilaba. Las autoridades aún no nos han dicho si habrá una remodelación o una mudanza, así que seguimos adelante como podemos”.
La Joutiya se extiende en varias hectáreas. Sus estrechos pasillos forman un auténtico laberinto, donde uno se mueve lentamente entre puestos abarrotados, voces que gritan y montones de ropa amontonada. Una auténtica economía circular, adelantada a su tiempo, donde cada artículo encuentra una segunda vida.
“Llevo mucho tiempo en este negocio. Mis padres ya tenían una tienda de ropa de segunda mano antes que yo —continúa Idriss—. Antes comprábamos la mercancía por 50 dirhams (4,70 euros). Hoy cuesta 80 o 90. Intentamos mantener los mismos precios de venta; si no, los clientes no vuelven. Estamos pasando por momentos difíciles para todos.
"No ganamos mucho, solo lo justo para vivir, confiesa Souad, una vendedora. “Pero luchamos por mantener la calidad. No vendemos cualquier cosa. Se trata de ropa limpia, a veces nueva, a menudo de grandes marcas. Una prenda que cuesta 1.000 dírhams en una boutique se puede encontrar aquí por 100 o 150”.
“Antes, un padre podía venir con 400 dirhams y vestir a sus cuatro hijos. Hoy, esa suma ya no es suficiente”, subraya Mohamed.
A pesar de las dificultades, la Joutiya Ben Abbad siempre está llena. Mohammed, cliente habitual desde hace veinte años, rebusca entre una montaña de chaquetas. “Aquí encuentro muy buena calidad . En las tiendas modernas, suele ser falsificación. Aquí, al menos, es auténtica”.
En manos de los comerciantes, la ropa europea se convierte en un recurso local. Este comercio de prendas usadas sustenta a cientos de familias en Kenitra y otros lugares.
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