Investigación Médica

La vejez ya se puede prevenir

Prueban, con éxito, una terapia que induce a la muerte de las células responsables del envejecimiento. El fin de los investigadores era hallar un fármaco para tratar enfermedades relacionadas con la vejez y lograron su propósito con 14 enfermos de fibrosis pulmonar.

La vejez ya se puede prevenir
La vejez ya se puede prevenirlarazon

Prueban, con éxito, una terapia que induce a la muerte de las células responsables del envejecimiento. El fin de los investigadores era hallar un fármaco para tratar enfermedades relacionadas con la vejez y lograron su propósito con 14 enfermos de fibrosis pulmonar.

Nuestras células, como todos los seres vivos, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Cada una de ellas se divide millones de veces, se duplica pasando la esencia de su ADN a sus sucesoras y en cada división se hace un poco más vieja. Cada copia es un cambio. Es como si tratáramos de copiar una y otra vez nuestra propia firma manuscrita. En cada versión seguro que cometemos un error, una modificación quizás inadvertida, una diferencia en la presión y la firmeza del trazo.

El proceso de división celular lleva emparejada una generación de modificaciones, errores y residuos que hay que eliminar. Cuando los errores son demasiados, la célula envejece. Es como si la firma empezara a ser un poco irreconocible. Al proceso de envejecimiento y muerte de las células que ya no son necesarias se ledenomina senescencia celular.

Desde hace tiempo, la biomedicina trabaja sobre la idea de que el cáncer y el envejecimiento funcionan de manera similar. A lo largo de los años, nuestro cuerpo acumula errores de fábrica no resueltos. Los procesos cancerosos son el resultado de la acumulación de algunos de estos fallos del sistema, de daños en el modo en que se copian nuestra células una y otra vez. El envejecimiento sería también la consecuencia de la acumulación de otro tipo de daños. Se explica así que, salvo tristes y no poco habituales excepciones, la edad sea un factor de riesgo para desarrollar cáncer.

Los mecanismos reguladores de estos procesos están inscritos en el reloj molecular de nuestros genes. Nacemos diseñados para vivir un determinado número de años. El uso que hagamos de ellos, los factores ambientales a los que nos expongamos, el azar y nuestros hábitos de vida determinarán si terminamos siendo tan longevos como nuestro manual de instrucciones propone o morimos antes. La relación entre senescencia celular, envejecimiento y cáncer es tan potente que la ciencia lleva décadas tratando de encontrar los mecanismos que coordinan el envejecimiento con el anhelo de algún día detenerlos. Se habla de la posibilidad de ralentizar el proceso de deterioro celular como vía para aumentar la longevidad humana y, quizás, de evitar algunos cánceres más relacionados con el paso de los años.

Pero no todas las células envejecen y mueren de la misma manera. Algunas quedan en estado senescente durante más tiempo, incapaces ya de dividirse, pero capaces todavía de producir señales químicas. Son éstas, precisamente, las más codiciadas por la ciencia contra el envejecimiento. Se cree que las sustancias que generan podrían ser las responsables de la catarata de procesos químicos y físicos que nos hacen envejecer. De manera que si fuéramos capaces de eliminarlas, quizás estaríamos ayudando al cuerpo a hacerse viejo de una manera más lenta y sana.

Justamente eso es lo que pretende lograr la última investigación publicada por científicos de la Universidad de Texas en Austin hace solo unos días. Se trata de la primera prueba con humanos de una terapia molecular que elimina las células senescentes. En la investigación, se ha tratado a 14 pacientes que sufrían de una condición fatal conocida como fibrosis pulmonar idiopática con una combinación de medicamentos que pueden limpiar el organismo de células inútiles. A lo largo de tres semanas, los pacientes recibieron tres dosis de dasatinib, un medicamento utilizado comúnmente en leucemia y compuesto de quercetina, un suplemento rico en flavonoides –que son metabolitos secundarios de las plantas con potentes capacidades antioxidantes–. Al final del tratamiento, todos ellos mostraron mejorías considerables en su capacidad para caminar sin fatiga. Se trata, de momento, de un ensayo piloto. Ni siquiera ha entrado en lo que técnicamente se llama Fase 1, pero sin duda resulta esperanzador. Al menos es la primera vez que se demuestra con pacientes humanos la eficacia de estas terapias senolíticas, las que inducen selectivamente a la muerte de células senescentes.

De momento, los investigadores están iniciando sus pruebas en personas con enfermedades graves pero creen que pronto podrían iniciar ensayos orientados a personas sanas. La idea es incorporar en un futuro, quizás todavía demasiado lejano, tratamientos periódicos a los que cualquier ciudadano pueda someterse y que sirvan para aliviar los síntomas del envejecimiento. Del mismo modo que vamos al dentista a eliminar la placa dental y prevenir enfermedades bucales, quizás en el futuro pudiéramos someternos a tratamientos preventivos de la vejez

Pero hay que tener en cuenta que los tratamientos senolíticos tienen muchas limitaciones. Las células senescentes son importantes durante el desarrollo embrionario, en el parto y durante la autorreparación de heridas tisulares. Eso quiere decir que algunas secreciones de estas células tienen un papel beneficioso para el organismo pero... ¿Cuáles? ¿Hasta qué punto es positivo eliminar todas las células senescentes?

Será necesario hacer más investigaciones al respecto, sin duda. Pero de momento se puede anunciar, sin complejos, que la primera medicación contra la vejez probada en humanos ha empezado a funcionar.

Conscientes de que el elixir de la eterna juventud es la gallina de los huevos de oro de diversos mercados, muchas empresas se han lanzado a investigar para dar con el suyo propio. Lo cierto es que el tratamiento contra células senescentes, desde hace ya algunos años, levanta una insutida expectación en los mercados y, aunque algunas compañías están desarrollando sus propias terapias, hay una que, de momento, lleva la delantera. Se trata de Unity Biotechnology, con sede social en California. Actualmente se encuentra en fase de desarrollo de dos terapias senolíticas. La primera se basa en medicamentos contra la osteoporosis y tiene muchas probabilidades de ser aprobada para un ensayo en fase 1. Tal es la confianza del mercado en su potencial, que la compañía tiene un valor en bolsa de 500 millones de dólares.

El millonario fundador de Amazon, Jeff Bezos, y el cofundador de PayPal, Peter Thiel, también son dos de los inversoresmás potentes.