La vida «dulce» de Larsa

Larsa no fue un nombre elegido al azar. Hace tres años, una perra que sufría maltratos por parte de su dueño fue encontrada en una fábrica gallega llamada Larsa. Los empleados de la compañía decidieron poner este nombre a la mascota y trasladarla a una protectora. «A través del Facebook del refugio, vimos a la perrita y nos decantamos por ella», explica Carmen, la dueña del animal ganador de la semana. Aunque esta perra mestiza tiene cara de traviesa, «es muy tranquila y muy cariñosa, sobretodo con mi marido». El punto débil de Larsa son los dulces pero sus ojos no se decantan por cualquier postre. «Sabemos que no es sano que coma bollería. Le gustan el helado con chocolate y las magdalenas. En cambio... ¡repudia la tarta de Santiago, y eso que vivimos en Galicia!», exclama la ama de Larsa.