Incendios

Las otras víctimas del terrorismo incendiario

Miles de animales han sido rescatados en los fuegos de Galicia por voluntarios, asociaciones y veterinarios. Poner en marcha un plan de evacuación ante estas situaciones evitaría tragedias

La imagen de esta perrita que lleva el cadáver de su cría calcinada en el incendio forestal en la aldea de Chandebrito en Nigrán (Pontevedra) es una gran muestra del grave daño que el fuego ha ocasionado
La imagen de esta perrita que lleva el cadáver de su cría calcinada en el incendio forestal en la aldea de Chandebrito en Nigrán (Pontevedra) es una gran muestra del grave daño que el fuego ha ocasionadolarazon

Miles de animales han sido rescatados en los fuegos de Galicia por voluntarios, asociaciones y veterinarios. Poner en marcha un plan de evacuación ante estas situaciones evitaría tragedias .

Esta semana parte del norte de España ha sufrido una gran catástrofe medioambiental: la oleada de incendios forestales que ha dejado heridas a Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León. Laura Duarte, portavoz de PACMA, es una de los cientos de voluntarios, veterinarios y asociaciones ecologistas que han decidido formar un equipo para salir a los montes gallegos a rescatar a los animales que también han sido víctimas de las llamas. Algunos heridos. Otros, perdidos y desorientados.

Más allá de las viviendas reducidas a cenizas y el suelo teñido de negro, carbonizado e irrecuperable, por el momento, la otra cara amarga es la pérdida de fauna en los montes. «Nos hemos encontrado cosas desoladoras, animales quemados, desorientados. Vecinos que lloraban con nosotros desesperados porque no tienen terreno para sus animales ni comida con la que alimentarles. Es una situación dramática, estamos realmente tristes y preocupados», cuenta a LA RAZÓN Silvia Barquero, presidenta de Pacma.

España sufre cada año centenares de incendios forestales que no sólo calcinan nuestros montes ocasionando un terrible impacto ambiental, sino que acaban con la vida de miles de animales que mueren asfixiados o calcinados. «Muchas veces estos animales están vallados, lo que les impide la huida. Los que viven encerrados en granjas o atados en fincas, como los perros, no tienen ninguna posibilidad de escapar, por lo que en la mayoría de los casos fallecen», afirma Barquero. Afortunadamente, éste no fue el caso de la Protectora O Biosbardos. «Cuando vimos que el fuego estaba muy cerca de nuestros perros empezamos a evacuarlos. Solicitamos ayuda y tuvo muy buena acogida, mucha gente de la zona se presentó y ayudó en lo que pudo, y así, conseguimos desalojar a todos los canes», cuentan desde la protectora. Por este motivo desde Pacma consideran imprescindible un plan de evacuación en estas situaciones, organizando los recursos, formando a los servicios de emergencia y también a la población «con el objetivo de evitar situaciones terribles en las que decenas de personas se ven atrapadas con sus animales. La no existencia de un protocolo para la evacuación de viviendas pone en riesgo la vida de las personas, que no están dispuestas a abandonar a sus mascotas, lo que provoca tragedias como la que hemos vivido esta semana, cuando un hombre falleció en Orense tratando de rescatar a sus animales», afirma Barquero.

Para poder evitar situaciones dramáticas como las de estos días, Pacma insiste en la importancia de llevar a cabo una preparación previa que incluya simulacros, así como la formación de la población. Además, es vital que los propietarios de animales cuenten con su propio «kit de emergencias», el cual debe incluir «un transportín plegable con datos de contacto y lista de familiares que se puedan hacer cargo del animal, además de una copia sellada de la documentación del animal, pienso y agua. Esto es importante sobre todo para aquellas personas que en sus casas cuentan con animales como por ejemplo perros, ya que ante un fuego de estas magnitudes no saben cómo actuar y estos canes se enfrentan a una muerte segura», cuenta Barquero.

Una vez los incendios se van apaciguando y las llamas están controladas y lejos de las viviendas, salvar a los animales se convierte en el principal problema. Su mundo se ha venido abajo. Sus ecosistemas y hábitats se reducen a cenizas. Las protectoras y clínicas veterinarias se han volcado en esta labor, tal y como cuenta uno de los encargados del Centro Veterinario Navia. «En nuestro centro tratamos las quemaduras de los perros de uno de los fallecidos el pasado domingo mientras intentaba ayudar a una vecina a apagar el fuego. Los canes fueron rescatados por otra vecina que se encarga de ellos temporalmente. Algunos animales vagan perdidos y desorientados por el monte aún».

Desde comienzos de semana, un espíritu de apoyo y solidaridad inunda las redes sociales. Decenas de grupos comenzaron a movilizarse para gestionar las últimas batidas para apagar los retazos de fuego y coordinar el rescate de animales. Desde entonces protectoras, asociaciones y veterinarios no han parado de recibir ayudas como medicamentos para atender a todos los animales afectados.