Mascotas

¿Leer? Mejor en compañía de un animal

La entidad Perros y Letras fomenta la lectura de los más jóvenes en verano mediante el programa «Patas y Libros» a través de los perros

Antes de acercarnos a un perro que no nos conoce, tenemos que presentarnos adecuadamente. Y en el mundo canino, eso se hace con el olfato
Antes de acercarnos a un perro que no nos conoce, tenemos que presentarnos adecuadamente. Y en el mundo canino, eso se hace con el olfatolarazon

La entidad Perros y Letras fomenta la lectura de los más jóvenes en verano mediante el programa «Patas y Libros» a través de los perros.

Con la mochila casi lista para empezar el nuevo curso, los más pequeños de la casa intentan exprimir los pocos días de vacaciones que les quedan para hacer aquello que durante el resto del año no pueden. Ir a la piscina o volver a ese campamento de verano son solamente algunas. Los más aplicados aprovechan también la época estival para reforzar aquellas materias que se les han atascado durante el invierno, como la lectura.

Este verano se ha puesto en marcha en Alicante la iniciativa «Patas y libros» para fomentar esta práctica que, en ocasiones, resulta ser un poco más ardua de aprender para los niños. El proyecto, con ayuda de Obra Social la Caixa, surge a través de Perros y Letras, una institución a nivel nacional que pertenece a la internacional IntermountainTherapy Animals. El objetivo de los casi 6.000 equipos que lo conforman es incentivar a las personas, en especial a los niños, a leer de la mano del mejor amigo del hombre.

«El método de este programa se basa en que el niño lea un libro que escoge expresamente para el animal» cuenta a LA RAZÓN la coordinadora del proyecto, Natalia Pérez Alonso. «De esta manera se consigue que se relajen y estén mas abiertos a la lectura, además de fomentar el aprendizaje en aquellos que presentan mayores dificultades». Aunque esta última parte es abordada de manera más profunda durante el resto del año en distintos colegios. Perros y Letras se adentra en las aulas de todas las provincias del país, ya sean de educación especial o «compensatoria» o con niños que presentan dificultades en el aprendizaje para reforzarles en esta didáctica.

El programa, en el que participan varias bibliotecas públicas de la ciudad, incluye la lectura asistida por perros y otras actividades complementarias que también se desarrollan con niños. Todas con una temática y enfoque centrado en el bienestar y el respeto a los animales. Cuentacuentos, cortos o talleres de manualidades son algunas de ellas. «Incluye ocho sesiones y se desarrolla en siete bibliotecas diferentes. Se trata de una intervención puntual. A cada una de estas salas acuden 15 niños como máximo en el que se trabaja de manera individual con cada uno».

Pero, ¿qué beneficios supone la presencia de un animal a la hora de que nuestro hijo lea? «Atrae a los niños a las bibliotecas, por primera vez para muchos, y aumenta su motivación lectora. Incluso, nos llama la atención como los pequeños, al leer en voz alta, mejoran su fluidez sólo por la presencia del perro. Sobre todo porque no tienen la presión de que les juzgue o corrija», explica Natalia. «Lea como lea, la respuesta del can es siempre positiva».

Leila, Choco y Otto son los elegidos para llevar a cabo esta «misión». Lo son porque han pasado con nota la evaluación previa en «obediencia básica, temperamento y disponen de un nivel de energía medio-bajo, dado que deben estar durante un tiempo prolongado sin moverse del mismo lugar», en resumen, dos labradores que junto al mestizo Otto presentan una formación excelente.

Este equipo fabuloso ya trabajaba en programas de terapia con mascotas a través de la asociación Humanymal y adaptaron sus doctrinas a este nuevo proyecto.

Los profesionales que acompañan a los peludos tienen que tener una formación superior en el ámbito educativo. «Previamente han de pasar un examen que certifique que tanto él como su mascota están capacitados para participar en estas iniciativas. Mascota y trabajador son intransferibles, juntos forman un equipo».

«El objetivo que perseguimos es generar en los niños el amor por los libros y que obtengan de ellos una visión que vaya más allá de una herramienta de aprendizaje escolar. Convertirlo en un símbolo de disfrute en periodo vacacional», concluye Natalia.