Religión

León XIV congela que las mujeres puedan ser ordenadas diaconisas

El Papa secunda el dictamen de la comisión que frena la posibilidad de que las católicas puedan bautizar

Prevost con un grupo de monjas en su pasada visita a Estambul
Prevost con un grupo de monjas en su pasada visita a EstambulALESSANDRO DI MEOAgencia EFE

La posibilidad de que las mujeres católicas den un paso más a ser reconocidas institucionalmente en la Iglesia se congela. Así al menos se deduce del dictamen elaborado por la comisión vaticana que Francisco puso en marcha en 2020 para estudiar la posibilidad de aprobar el diaconado femenino, una figura de liderazgo que nació en los primeros siglos del cristianismo.

«No podrá existir el diaconado para mujeres, entendido como un grado del sacramento del Orden», sentencia en su informe de siete páginas este equipo de trabajo, que sin embargo deja una rendija abierta al apuntar que «por el momento no es posible formular un juicio definitivo, como en el caso de la ordenación sacerdotal». O lo que es lo mismo, se congela la posibilidad para las mujeres sacerdotes en el catolicismo. Y es que, el diaconado, tal y como lo entiende hoy la Iglesia solo está vinculado a los hombres por una doble vía. Por un lado, es un escalón previo de los seminaristas antes de ser ordenados sacerdotes. Por otro, es un ministerio permanente para hombres adultos casados. En cualquiera de los dos casos, no pueden consagrar la eucaristía, pero sí pueden predicar y administrar sacramentos como el bautismo.

Esta comisión, que está liderada por el cardenal arzobispo emérito de L’Aquila, Giuseppe Petrocchi, remató su trabajo en febrero, pero no fue hasta el 18 de septiembre cuando se enviaron sus conclusiones escritas a León XIV. Ayer se hizo público, según señalan desde la Santa Sede, «por voluntad del Papa». O dicho de otro modo, el Pontífice no solo se da por enterado de la valoración que se hace en este dictamen, sino que además lo respalda. Lo cierto es que el diaconado femenino fue una cuestión que siempre mantuvo abierta Francisco, con varias comisiones y equipos de trabajo a los que encargó que reflexionaran, tanto desde un punto de vista teológico como histórico. Sin embargo, el propio Pontífice argentino nunca dio un paso al frente para dar su respaldo a este ministerio y ha tenido que ser el Papa norteamericano el que cierre por el momento este debate.

«El statu quo en torno a la investigación histórica y la indagación teológica, consideradas en sus mutuas implicaciones, excluye la posibilidad de avanzar hacia la admisión de mujeres al diaconado», recoge el informe Petrocchi. Al entrar en materia, expone que «a la luz de la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio eclesiástico, esta evaluación es contundente, aunque actualmente no permite un juicio definitivo».

De la misma manera, se detalla que «quienes están a favor argumentan que la tradición católica y ortodoxa de reservar la ordenación diaconal (pero también la sacerdotal y episcopal) solo a los hombres parece contradecir la igualdad de condición entre hombres y mujeres a imagen de Dios». A la vez, el estudio defiende que «la masculinidad de Cristo, y por lo tanto la de quienes reciben las órdenes, no es accidental, sino parte integral de la identidad sacramental, preservando el orden divino de la salvación en Cristo». La comisión reconoce que este párrafo recibió cinco votos a favor para confirmarlo con esta redacción, mientras que los otros cinco miembros del equipo votaron por su eliminación.

En paralelo, nueve de los diez miembros de la comisión expresaron su deseo de que se amplíe «el acceso de las mujeres a los ministerios instituidos para el servicio de la comunidad, asegurando así también un adecuado reconocimiento eclesial a la diaconía de los bautizados, en particular de las mujeres».