Opinión
Los malos aires
A mi terraza de patio no se puede salir en los meses de calor
La pescadilla se muerde la cola, y se lesiona. Así funcionamos los humanos con ese progreso ciego que tanto nos fascina. A mi terraza de patio no se puede salir en los meses de calor, el bochorno te tira para atrás como un empujón siniestro; el ruido de tantos aparatos bramando a todo volumen, te lleva a lo mismo, a encerrarte en tu nevera particular como guardas la pescadilla en la repisa de arriba. Si no hubiésemos ido perdiendo los sentidos, nos daríamos cuenta, sin que nadie nos alertase, de lo malos que son los aires acondicionados. Para empezar, según especialistas, este electrodoméstico no solo enfría los espacios, sino que también reseca el ambiente y favorece la acumulación de bacterias y suciedad en su interior, pudiendo llegar a provocar neumonías bacterianas. Dicen que hay que limpiarlo a menudo, pero, ¿quién lo hace? Quizá por eso huele mal a veces, y otras, bastantes, no produce el fresco prometido. Mi perra que es mucho más lista y sensible que yo, huye del maquinón que me pusieron en el salón, asegurándome que era el más silencioso del mercado, y que parece un avión a punto del despegue. Yo huyo con ella y, desde hace tiempo, hemos vuelto al ventilador de toda la vida, más inofensivo.
El problema es serio, queridos, con el cambio climático, el uso de combustibles fósiles en los aparatos para enfriar los edificios donde vivimos y trabajamos, deteriora la calidad del aire que respiramos, tanto como para que nuestra salud desfallezca. La pescadilla que se muerde… Primero desbaratamos el equilibrio ecológico, entonces viene la ola furiosa; entonces inventamos soluciones que dañan y hacen más grave la situación. Los científicos optimistas dicen que hay que emplear agua en los aparatos de aire en lugar de refrigerados químicos. También hablan de paneles reflectores que devuelvan el calor al espacio. Pero el espacio nos lo devolverá. Porque estamos viendo que la naturaleza es más fuerte que sus pobres frutos humanos. ¿Cuándo se darán cuenta los poderosos? Lo sufrirán, como todos, en sus mentes ciegas.