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María José Tarancón, economista, a un inversor que se ha mudado a Andorra: “Mal empresario”

El plató de laSexta Xplica se convierte en el escenario de una nueva batalla sobre la presión fiscal en España, con economistas defendiendo el sistema frente a quienes lo tachan de ser una "salvajada" y se marchan a Andorra

María José Tarancón
María José Tarancón CCT/ ondacero.es

El debate sobre la presión fiscal en España ha vuelto a la primera línea, avivado por un acalorado intercambio de opiniones en el que se confrontaron visiones radicalmente opuestas sobre la realidad impositiva del país. La polémica se desató a raíz de la intervención de un inversor afincado en Andorra, quien afirmó sin tapujos que en España se abona "una salvajada de impuestos", una declaración que caldeó el ambiente y provocó una réplica contundente por parte de los economistas presentes en el plató.

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De hecho, una de las primeras en responder fue la economista María José Tarancón, quien se centró en desmontar parte de ese argumento analizando la naturaleza del IVA. Tarancón sostuvo que se trata de un impuesto neutro para las empresas, ya que estas actúan como meras intermediarias del Estado. Su función, explicó, se limita a recaudarlo en las ventas para después deducirlo de las compras, por lo que no debería suponer una carga real sobre su actividad económica.

En este sentido, la experta fue más allá y criticó duramente a quienes, desde el mundo empresarial, se quejan de este tributo por un aparente desconocimiento de su funcionamiento, llegando a calificar de "Mal empresario" a quien así procede. No obstante, según se debatió en el programa laSexta Xplica, Tarancón sí se mostró crítica con otros aspectos del sistema, como por ejemplo la cuota mensual de un autónomo, que puede ascender a 207 euros incluso con un beneficio neto de apenas 600 euros.

Un 'infierno fiscal' para unos, un sistema justo para otros

Por otro lado, el también economista Gonzalo Bernardos ofreció una perspectiva completamente diferente, negando de forma tajante que España pueda ser considerada un "infierno fiscal". Apoyándose en datos, defendió que el actual sistema tributario español beneficia al 80% de la población, un amplio sector de la ciudadanía que, según sus cálculos, recibe más en forma de servicios públicos de lo que aporta directamente a través de los impuestos.

Asimismo, Bernardos reforzó su postura al contextualizar la situación española dentro del marco europeo. Subrayó que, en comparación con las naciones de su entorno, nuestro país se sitúa entre los que tienen una menor carga fiscal en Europa, especialmente si se compara con las principales economías del sur y el occidente del continente. Su análisis buscaba así desmentir la idea de una presión fiscal desproporcionada.

En definitiva, la discusión puso de manifiesto la existencia de dos realidades económicas contrapuestas que conviven en España. Mientras unos perciben el sistema como un obstáculo para la inversión y el crecimiento, otros lo defienden como una herramienta fundamental para la redistribución de la riqueza y el sostenimiento de un estado del bienestar que consideran esencial para la cohesión social.