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Productos de Mercadona

Para mí, Mercadona ha creado el helado definitivo para unir a toda la familia

El sabor de la infancia llega a los congeladores de Mercadona. La cadena lanza un nuevo helado que recupera el gusto de los clásicos huevos de chocolate, combinando chocolate blanco con crema de cacao y avellanas

Cadena de supermercados española Mercadona, en Murcia. Dreamstime

La nostalgia es un resorte comercial poderoso, un recurso al que Mercadona acude con frecuencia para conectar con su clientela. La última prueba de ello se encuentra en la sección de congelados, donde la cadena valenciana ha lanzado un nuevo helado en tarrina que no es sino un calculado movimiento comercial para apelar a los recuerdos de varias generaciones. El objetivo es claro: transformar uno de los dulces más icónicos de la infancia, los clásicos huevos de chocolate, en un postre familiar y refrescante.

En esta ocasión, la estrategia para despertar la memoria afectiva del consumidor se basa en una cuidada réplica del sabor original. El helado combina una base suave de chocolate blanco con una intensa y cremosa crema de cacao y avellanas, una mezcla que busca imitar con fidelidad el relleno que caracteriza a la popular golosina. Cada cucharada está diseñada para evocar la memoria gustativa de la infancia, transportando a los adultos a sus meriendas de antaño.

De hecho, la propuesta está pensada para seducir a un público muy amplio. Su sabor familiar atrae de inmediato a los niños, pero su verdadero gancho reside en la capacidad de conectar con los padres, que reconocen un gusto que forma parte de su propio imaginario colectivo. Esta doble orientación, que no se dirige solo a los más pequeños de la casa, es una de las claves de su previsible éxito, una idea que busca posicionar el producto como una opción para todos los miembros del hogar.

Una fórmula de éxito para todos los bolsillos

Para ello, la presentación del producto refuerza su vocación como un postre para compartir. Se comercializa en una tarrina de 950 mililitros, un formato generoso que lo aleja del capricho individual y lo convierte en una opción idónea para el consumo doméstico. Este tamaño considerable consolida la idea de que se trata de un postre para toda la familia, pensado para tener un hueco permanente en el congelador.

Asimismo, el otro pilar fundamental de la estrategia de la compañía es su política de precios. El envase se vende en todos sus supermercados de España por 3,75 euros, un precio muy competitivo que lo sitúa como una alternativa muy asequible frente a otras marcas del mercado. La relación entre la cantidad, el sabor reconocible y un coste ajustado es, sin duda, su principal argumento de venta para asegurar una buena acogida.