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Huelga médica

"¡Mónica García, dimite, el médico no te admite!"

Miles de facultativos claman contra la ministra y su Estatuto Marco en una huelga secundada por el 90% de los profesionales, según los sindicatos

Manifestación de los médicos del Sistema Nacional de Salud durante la segunda huelga este viernes en Madrid Alberto R. RoldánPHOTOGRAPHERS

Consultas vacías, pancartas, proclamas y miles de batas blancas en las calles de todas las ciudades del país. La huelga médica de hoy, la segunda en cinco meses, ha dejado claro a Mónica García que los médicos españoles no la quieren de ministra. La responsable de Sanidad es la primera ministra médico a la que los "suyos" le hacen una huelga, y eso no será fácil de olvidar.

Las organizaciones sindicales que integran el comité de huelga, la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), han sido las principales responsables de movilizar a más del 90% de los médicos y facultativos del país en una jornada de paro que tuvo un seguimiento récord. La profesión está más unida que nunca por un objetivo común: rechazar el borrador de Estatuto Marco que pretende aprobar el Ministerio de Sanidad.

La última versión del texto, con las incorporaciones de las comunidades autónomas, no sólo sigue sin recoger las reivindicaciones claves del colectivo, sino que además pretende empeorar todavía más las condiciones laborales en las que ejercen estos profesionales. En los actos de protesta convocados tanto en los centros sanitarios como frente a los organismos responsables de la gestión sanitaria se recordaron los motivos por los que los médicos han dicho basta, así como sus reivindicaciones irrenunciables.

La profesión exige un estatuto y un ámbito de negociación propios, que reconozcan sus especiales condiciones de formación y responsabilidad y que permitan una negociación directa con la Administración sin que su voz se diluya entre la del resto de organizaciones; una clasificación profesional diferenciada acompañada de retribuciones justas; una regulación de la jubilación que permita un retiro voluntario anticipado y parcial sin merma económica; una regulación de la jornada con un máximo de 35 horas y reconocimiento de cualquier exceso como voluntario, pactado y retribuido de forma específica, y garantías efectivas de descanso y conciliación que no vayan ligados a las «necesidades del servicio» para cubrir la falta de profesionales que sufre el Sistema Nacional de Salud.

Como señalaron los responsables de la CESM, "la crisis de la sanidad pública es la crisis de la medicina pública", por lo que exigen a Sanidad, que ya ha mostrado escasa voluntad de desencallar el conflicto que comenzó el pasado mes de enero, que retire este borrador y abra una auténtica negociación conjunta que permita elaborar una norma específica que reconozca la especiales condiciones de médicos y facultativos.

La ministra se lava las manos

Ante estas reivindicaciones, la ministra de Sanidad ha decidido ponerse de perfil. La ministra de la pancarta, que en su época de activista no faltaba a una manifestación contra la sanidad madrileña, se esconde ahora detrás de argumentos varios.

Repasemos algunos. Para García, la jornada de huelga de médicos de ayer se explica por el "malestar" acumulado en el sector, tras años de "sobrecarga y precariedad". Es decir, nada que ver son su gestión. Y, a su juicio, esta situación terminará con la reforma del Estatuto Marco, que "mejora los derechos de todo el personal sanitario, reduce la precariedad y pone fin a las guardias de 24 horas". Parece como si no se hubiera enterado de que es justo esa reforma la que ha llevado a los sanitarios de todas las categorías a dar un puñetazo en la mesa y negarse a que continúe su explotación.

A los médicos, les dice que lean, que la mayoría de lo que piden está reflejado ya en el texto. Y, sobre su reivindicación de un estatuto propio, les espeta que "en el sector público no existen estatutos por categoría (jueces, docentes, fuerzas de seguridad), sino normas generales con secciones específicas para cada profesión". "La vía más justa y eficaz es un estatuto común, con derechos diferenciados donde es necesario, evitando corporativismos que debiliten la sanidad pública", señaló esta mañana.

Así, les ha remitido a que registren su solicitud de estatuto propio en el Congreso, a través de una proposición de ley mediante un grupo parlamentario, o bien con una Iniciativa Legislativa Popular (ILP). En este contexto, no resulta complicado calibrar el tono de las proclamas que se oyeron esta mañana en la mayor parte de las ciudades españolas, como "Mónica, dimite, el médico no te admite" o "Mónica dimite, no eres de los nuestros".

En Madrid, el Ministerio de Sanidad ha sido literalmente asediado por los médicos, convocados por el sindicato madrileño Amyts. Más de 3.000 "batas blancas" han marchado desde el Congreso de los Diputados hasta la sede ministerial para gritarle a la ministra, antes "amiga" y otrora militante, que la quieren fuera de escena.

"La profesión ha despertado"

"La profesión ha despertado y no va a parar", ha señalado esta mañan Ángela Hernández, secretaria general de Amyts. "Llevamos siendo discriminados y semiesclavizados desde 2003, con unas condiciones que no sufre ningún otro trabajador en España".

El seguimiento de la huelga médica ha sido desigual en las distintas autonomías, y con algunas disparidades entre las cifras relatadas por los convocantes y por los servicios de salud.

La Comunidad Valenciana (80-90%), Baleares (entre el 70 y el 95), Castilla-La Mancha (80%-87%) y Murcia (65%) han estado a la cabeza en el seguimiento.

En Andalucía, el paro fue secundado por entre el 34% y el 53% del personal; en Cantabria, por el 42%; en Castilla y León, por el 36,35%; en Aragón, por el 25%; en Extremadura, por el 22,45%, y en el País Vasco, por el 26,48%. A su vez, el Ingesa situó en un 6% el seguimiento en Ceuta y Melilla.

La CESM ha recordado que esta no será la última huelga ya que, mientras Sanidad les niegue sus peticiones, seguirán adelante con su calendario de movilizaciones

Algunas claves

  • Los médicos continúan siendo el único colectivo profesional obligado a realizar guardias de 17 o 24 horas, en muchos casos durante la noche, y con una remuneración inferior a la hora ordinaria, lo que repercute directamente en la conciliación familiar, su salud laboral y sus condiciones de jubilación. "España va pidiendo mejoras laborales para todo el mundo, menos para los médicos".
  • El presidente de la Organización Médica Colegial de España, Tomás Cobo, se refirió ayer a las "cifras alarmantes" de síntomas de burnout en los profesionales. "El 50% de los médicos en España tiene un contrato precario, con un modelo retributivo que es el peor de Europa". "El 30% de los médicos en este país, si pudieran, se jubilarían", añadió.
  • "Las guardias son 24 horas de trabajo continuo extenuante", explicó Carlos Iniesta, médico adjunto de digestivo en el Gregorio Marañón. "A las cinco de la mañana no piensas bien. Debería ser ilegal trabajar tantas horas seguidas". Lejos de pedir que las guardias sean voluntarias, los profesionales demandan jornadas "más humanas", en turnos de 12 e incluso 17 horas.