
Reino Unido
Un mozo de almacén, despedido por hacer imitaciones racistas de Michael Jackson: "No soy un abusón"
La justicia considera que el despido fue improcedente

El caso de Lucasz Zawadzki ha revelado una compleja situación laboral donde la interpretación de comportamientos en el lugar de trabajo puede llevar a consecuencias legales inesperadas. Un tribunal laboral en Manchester ha determinado que su despido de la empresa Co-Operative fue completamente injustificado. La controversia habría surgido cuando un compañero de trabajo lo había acusado de hacer ruidos de 'hee hee', característicos de Michael Jackson, y supuestamente sonidos similares a los de un mono, generando una denuncia de acoso con connotaciones racistas.
No había evidencias suficientes
El tribunal, presidido por la juez Carol Porter, habría examinado minuciosamente las circunstancias del despido. Ha quedado demostrado que Zawadzki habría reconocido haber realizado sonidos "embarazosos y juveniles", pero enfáticamente negó cualquier intención racista o de acoso hacia sus compañeros.
Las investigaciones han revelado aspectos cruciales que fueron determinantes en la decisión final. No existían evidencias sólidas que respaldaran las acusaciones de ofensa o angustia. De hecho, durante su extensa relación laboral, Zawadzki nunca había recibido quejas previas de SM, el empleado que lo denunció.
El tribunal ha ordenado a Co-Operative Group indemnizar a Zawadzki con más de 11.000 euros. La decisión se basó en varios aspectos fundamentales como la ausencia de intencionalidad de acoso, falta de advertencias previas, inexistencia de evidencias concluyentes y desconocimiento de la política de cero tolerancia.
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