La Gasol Foundation presentó esta mañana el informe PASOS Longitudinal 2022-2025, en el que se analiza la evolución de los estilos de vida de 701 de los participantes de la primera edición de dicho informe, que entonces tenían entre ocho y 16 años, tras un promedio de tres años y medio de seguimiento.

Entre las principales conclusiones del estudio (que revela un claro empeoramiento de los hábitos de vida saludable entre los menores) se señala un preocupante aumento del uso de pantallas, con 11,33 horas más a la semana, lo que equivale a 25 días completos adicionales al año frente a una pantalla. También se observa un descenso de 18 minutos al día (9 horas al mes) en la práctica de actividad física moderada o vigorosa, en comparación con la situación inicial, así como una peor adherencia a la dieta mediterránea, con una bajada de prácticamente 11 puntos porcentuales en la población que alcanza un nivel alto en este patrón alimentario.

El porcentaje de personas que siguen la recomendación de dedicar un máximo de dos horas diarias a las pantallas ha caído más de 35 puntos respecto a las cifras recabadas en 2019 y 2020: actualmente, un 20,6% de los participantes dice seguir las guías, mientras que entonces eran el 56,3%.

A estos datos se suma la disminución en el cumplimiento de las recomendaciones de sueño, especialmente los fines de semana, así como un incremento del malestar psicológico: un total de 35,6% de la población evaluada por segunda vez (entre 2022 y 2025) declara sentirse preocupada, triste o infeliz, mientras que en 2019-2020 este porcentaje era del 18,3%. Esto supone un aumento de más de 17 puntos en la proporción de menores que manifiestan algún tipo de malestar psicológico.

En cuanto a la actividad física, mientras que en el momento basal los participantes dedicaban 135,26 minutos diarios a una actividad de intensidad moderada a vigorosa, en el último estudio esta cifra desciende a 117,25 minutos diarios. Esta bajada se traduce en una disminución de más de 4,56 días completos al año de tiempo dedicado al deporte.

Los datos relacionados con la alimentación también resultan preocupantes: la adherencia a la dieta mediterránea cae, aunque en menor medida. En el primer estudio, la puntuación media fue de 7,13 puntos, y actualmente es de 6,57 puntos.

«El estudio evidencia que, si no se actúa de forma preventiva durante la infancia, los hábitos saludables se pierden a la vez que se imponen hábitos no saludables, como el sobreuso de pantallas», señaló Pau Gasol, presidente de la Gasol Foundation. «Es imprescindible transformar los entornos en los que crecen los niños y niñas para facilitarles elecciones saludables y frenar esta tendencia», añadió.

El informe también plantea una serie de peticiones dirigidas a las instituciones públicas y privadas y a la sociedad en general, con el objetivo de impulsar un cambio estructural que permita revertir esta tendencia.

Algunas de estas peticiones son: modificar la percepción social e institucional de la obesidad infantil, alejándola de enfoques pesocentristas, estéticos e individualistas; seguir impulsando el despliegue del Plan Estratégico Nacional de Reducción de la Obesidad Infantil (PENROI) para su implementación a nivel nacional, autonómico y local; así como establecer límites al uso excesivo de pantallas en el día a día de la población infantil.