Viajes
El oasis de Europa: un país sin turismo, comidas por cinco euros y vuelos desde España por menos de 20
A pesar de toda su oferta cultural, gastronómica y natural, el país sigue siendo uno de los países menos visitas, con apenas 150.000 turistas al año
Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras que puede vivir una persona, pues permite descubrir nuevas culturas, ampliar horizontes, conocer otras formas de vida y conectar con paisajes, historias y personas que transforman nuestra visión del mundo.
Para muchos, viajar es una fuente de aprendizaje, descanso e inspiración, mientras que la emoción de explorar lo desconocido, probar nuevos sabores y sumergirse en costumbres diferentes es algo que atrae a millones de personas cada año.
Sin embargo, el turismo también conlleva una serie de problemáticas que afectan tanto a los visitantes como a los habitantes de los destinos más concurridos. Mientras que los turistas pueden sufrir aglomeraciones y precios elevados, los habitantes pueden sufrir las conscuencias de un turismo masificado, como saturación de infraestructuras, encarecimeinto del coste de vida o deterioro del patrimonio cultural.
En este sentido, existen muchas alternativas para que los amantes del mundo puedan seguir descubriendo lugares recónditos del planeta, que todavía no están tan masificados y que, además, son -por el momento- baratos.
El oasis de Europa: un país sin turismo y barato para viajar
Aunque para muchos haya pasado desapercibido, Moldavia, un país entre Rumanía y Ucrania, sigue siendo uno de los grandes desconocidos para los viajeros. A pesar de toda la oferta cultural, gastronómica y natural, sigue siendo uno de los países menos visitas, con apenas 150.000 turistas al año.
En la capital moldava, Chisinau, la oferta turística es de las más asequibles de Europa, donde puedes comer por apenas cinco euros y dormir por menos de 100 euros durante un mes, mientras que una noche de hotel suele rondar los 30 euros, en función de la calidad del mismo.
Además, aunque el turismo en Moldavia todavía está empezando a crecer, el país está haciendo grandes esfuerzos por atraer a los visitantes, promocionando, entre otras cosas, su oferta enológica, su ubicación a 40 kilómetros del Mar Negro o la gran historia cultural que guarda.
A ello se le suman las facilidades para viajar que ofrece, pues los europeos tan solo necesitan su DNI para poder entrar al país, mientras que las conexiones aéreas desde España, con vuelos directos desde Madrid o Barcelona, no suelen superar los 20 euros.