Caso Bretón

«Ojalá Bretón se pudra en la cárcel»

La Razón
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«Esta mujer me ha hecho un favor». Este fue un comentario realizado durante la semana pasada por José Bretón. La mujer a la que se refería no era otra que Josefina Lamas, la forense que en principio dictaminó que los restos óseos hallados en la finca de «Las Quemadillas» pertenecían a animales, y que posteriormente rectificó tras el análisis de once peritos. Durante su declaración el 4 de julio, Lamas reconoció una vez más su error. Sin embargo, también afirmó que los huesos «se habían ido de copas». Así, se refería a un «rumor» muy extendido: la caja con las pruebas había sido llevada a un local de restauración, donde se encontraba el profesor Francisco Etxeberria, días antes de obtener la autorización judicial para que procediera a su análisis. Sin pretenderlo, Lamas dio pie al célebre «as en la manga» del letrado José María Sánchez de Puerta, y que tantas esperanzas daba a Bretón: la ruptura en la cadena de custodia de las pruebas.

Después de conocerse el veredicto, José María Benito, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) reveló en su cuenta de Twitter que Lamas le había transmitido su «felicidad» por la decisión del jurado, además de un mensaje expeditivo: «Ojalá se pudra en la cárcel».

Benito afirmó a este diario que a Lamas le «descolocó» el interrogatorio de la abogada de Ruth Ortiz, con cierto tono de «ataque». Algo que no le favoreció cuando le tocó responder a las preguntas de Sánchez de Puerta. En todo caso, Lamas puntualiza que siempre se refirió a un rumor. Y que su obligación era «decir la verdad».

Desde el SUP aseguran que a Lamas le habría gustado matizar dos cosas: primero, «pedir perdón a Ruth Ortiz», algo que ya hizo el pasado mes de septiembre pero que no pudo repetir el día de su declaración; segundo, disculparse también ante el resto de policías y expertos que se pudieron ver perjudicados por su error. En todo caso, la forense está «dolida» con todo lo ocurrido, pues «ha sido puesta en entredicho por todo el mundo». Ahora, tras comprobar que su declaración no tuvo influencia en el veredicto del jurado, se siente más «tranquila». Una vez que se confirmó su error, se le abrió un expediente que se resolvió sin sanción. Posteriormente, fue cesada de su cargo como técnico de antropología forense de la Comisaría General de la Policía Científica. Actualmente, Lamas trabaja en la Unidad de Prevención de riesgos laborales.