Salud

Patricia Martín, entre bisturí y levantamiento de piedra: "Uno es vía de escape del otro"

Dirige desde 2020 la Unidad de Quemados del Hospital de Cruces como cirujana plástica reconstructiva especializada en manos

GETXO (BIZKAIA), 08/11/2025.- La gallega Patricia Martín dirige desde 2020 la Unidad de Quemados del Hospital de Cruces como cirujana plástica reconstructiva especializada en manos. Pero a sus 39 años, su nombre también resuena lejos del quirófano, ya que es la campeona de Euskal Herria de levantamiento de piedra (harrijasotzaile). EFE/Luis Tejido
Patricia Martín, entre bisturí y levantamiento de piedra: "Uno es vía de escape del otro"LUIS TEJIDOAgencia EFE

La gallega Patricia Martín dirige desde 2020 la Unidad de Quemados del Hospital de Cruces como cirujana plástica reconstructiva especializada en manos. Pero a sus 39 años, su nombre también resuena lejos del quirófano, ya que es la campeona de Euskal Herria de levantamiento de piedra (harrijasotzaile).

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"Uno es la vía de escape del otro", asegura en una entrevista con EFE. Tras una guardia de 24 horas, algunos días "son un poco locura", pero debe cumplir en el probadero de Andra Mari de Getxo (Bizkaia) con su entrenamiento en una de las modalidades más populares del deporte rural vasco.

Decidió ser médica antes de cumplir los diez años. Aunque inicialmente quiso ser forense, una optativa de cirugía plástica cambió su rumbo. "Vi lo que hacían, me pareció una chulada y en quinto de carrera decidí que iba a ser cirujana plástica", recuerda.

Su día a día transcurre entre quirófanos, entrenamientos y estudios de euskera, idioma que, reconoce con humor, todavía se le resiste.

Nacida en Galicia, Martín llegó al harrijasotze por su marido. "Empezó él, que es vasco, y me convenció. Hay muy buen ambiente tanto entrenando como luego en la plaza, y al final te engancha", comenta.

Desde entonces ha ido progresando hasta levantar piedras de 100 kilos en competición. "Ves la evolución y te motiva. Antes levantar la de 50 dos veces era un logro, luego la de 63 kilos 39 veces", señala.

La acogida en el País Vasco la define como muy positiva: "Pese a ser gallega, en absoluto he sentido rechazo. Cuando hablan euskera muy cerrado me pierdo, pero eso es inevitable".

Su victoria en el campeonato de Euskal Herria, hace unas semanas, "fue un shock", porque contaba con hacer podio, pero no con ganar, "ni mucho menos".

"Los gallegos conquistaremos el mundo y todavía no lo sabéis", bromeaba con su marido hace unos días.

Después de un día cruzado en el hospital porque se le ha complicado un paciente, Patricia admite que se lleva la congoja a casa, "pero vienes aquí, te desmontas físicamente y te relajas".

También señala la importancia del trabajo en equipo, tanto en la medicina como en el deporte. "En la unidad de grandes quemados, si no tengo a alguien que me eche un cable, no voy a ningún lado. Y aquí es igual, uno ayuda al otro, se crea comunidad", apunta.

Así, Martín intenta equilibrar la exigencia física del entrenamiento con la precisión que requiere su labor quirúrgica. "Necesito tener buen pulso. Si mañana tengo una cirugía complicada, no puedo venir hoy a desmontarme físicamente. Hay que saber compaginarlo", dice.

Sobre el papel de las mujeres, considera que ambos ámbitos están en transformación. "En medicina cada vez somos más. Incluso en las especialidades quirúrgicas, donde antes había pocas mujeres, ya somos mayoría. Y en el deporte rural pasa lo mismo, antes eran solo chicos y ahora cada vez hay más representación femenina. En el campeonato de Euskadi fuimos ocho, de las veces que más", destaca.

Su entrenador, Félix Campos, Ogikiñe, antiguo levantador de piedras, confirma ese cambio: "Hace 40 años a las mujeres que se acercaban al harrijasotze las llamaban machorras. Hoy la gente quiere ver a mujeres competir, y Patricia es un ejemplo de eso".

Aunque reconoce que a veces la exposición mediática cansa, la cirujana asume el compromiso de visibilizar a otras deportistas. Sostiene que "hay que estar ahí", al entender que su figura sirve para dar a conocer la representación femenina en esta disciplina y abrir camino.

Con la vista puesta en el futuro, evita grandes planes. "No sé si seguiré levantando piedras con 50 años, pero haciendo deporte seguro", aunque sí asume que espera seguir trabajando en la medicina pública. (Daniel Rivera/Efe)