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Botánica

La planta altamente tóxica que crece en España y pocos reconocen: evítala a toda costa

Es muy común en parques y medianas

Imagen de la planta Pixabay

Las flores han acompañado al ser humano a lo largo de la historia, embelleciendo parques, jardines y calles con su colorido y fragancia. Además de su valor ornamental, muchas plantas aportan beneficios para el medioambiente y el bienestar de las personas, al contribuir a la mejora de la calidad del aire y ofreciendo refugio a insectos polinizadores esenciales para el equilibrio ecológico. Sin embargo, no todas las especies que nos rodean son inofensivas.

En la naturaleza, algunas plantas esconden un lado peligroso, capaz de poner en juego la salud tanto para los seres humanos como para los animales. Aunque muchas veces pasan desapercibidas, algunas de estas especies crecen en pleno entorno urbano, en parques, carreteras y jardines públicos, donde el desconocimiento sobre su toxicidad puede derivar en accidentes.

Entre las plantas venenosas más conocidas se encuentran la cicuta, famosa por su letalidad y por haber sido el veneno que acabó con la vida de Sócrates, el ricino, cuyas semillas contienen una de las toxinas más potentes que existen; o el acónito, utilizado hace miles de años como veneno en flechas. Sin embargo, existen especies mucho más comunes en nuestro día a día que también pueden representar un peligro si se manipulan sin precaución.

Es habitual en medianas y parques

Una de ellas, en particular, está presente en prácticamente todas las ciudades y es más peligrosa de lo que muchos imaginan. Se trata de la adelfa o Nerium oleander, un arbusto altamente tóxico cuyo simple contacto o ingestión puede tener graves consecuencias para la salud.

Es una planta de rápido crecimiento, extremadamente resistente y de bajo mantenimiento, lo que la ha convertido en una opción habitual en medianas de carreteras, parques y espacios públicos. Su atractivo radica en sus llamativas flores, disponibles en una amplia variedad de colores.

A pesar de su belleza, se trata de una planta muy tóxica en todas sus partes: hojas, flores, semillas e incluso su savia. Su peligrosidad radica en la presencia de glucósidos cardiotóxicos, sustancias que pueden afectar gravemente el ritmo del corazón si se ingieren. Incluso el contacto con la savia puede causar irritaciones en la piel y los ojos.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de intoxicación por adelfa varían según la cantidad ingerida, pero pueden incluir náuseas, vómitos, dolor abdominal, mareos y alteraciones en el ritmo cardíaco. En los casos más graves, puede provocar insuficiencia cardíaca, convulsiones y, en última instancia, la muerte. Además, la quema de sus hojas libera compuestos tóxicos en el humo, lo que puede afectar las vías respiratorias.