Asia
Polémica en esta capital asiática por vetar la carne de perro: "Dios lo creó para ser comido"
La prohibición busca frenar la transmisión de la rabia entre los ciudadanos
El debate está servido. Tras semanas de polémica, las autoridades de Yakarta firmaron el 24 de noviembre una nueva ley que prohíbe la venta y el consumo de carne de perro, gato y murciélago, entre otros animales, en una de las medidas más contundentes adoptadas por la capital indonesia para frenar la transmisión de la rabia.
La norma, que entrará en vigor después de un periodo de gracia de seis meses, se aplicará exclusivamente en Yakarta. Su aprobación ha sido ampliamente celebrada por organizaciones defensoras de los derechos de los animales, que presentaron una petición formal en octubre, aunque no todos los sectores de la sociedad la ven con buenos ojos.
La nueva reglamentación abarca a todos los animales vivos, cadáveres y productos crudos o procesados, y prohíbe la comercialización para consumo humano de cualquier especie considerada transmisora de la rabia. En este grupo, además de perros y gatos, se incluyen monos, civetas y otros animales susceptibles de contagiar la enfermedad.
"No debería existir tal prohibición"
Como recoge The Independent, Indonesia sigue siendo uno de los pocos países donde aún está permitido vender carne de perro o gato para el consumo. Aunque se trata de una sociedad mayoritariamente musulmana -y, en el islam, el perro se considera un animal impuro-, existen comunidades regionales que mantienen arraigadas tradiciones culinarias en torno a este tipo de carne. Algunos la consideran un manjar o una valiosa fuente de proteínas, e incluso le atribuyen propiedades curativas para afecciones como el dengue.
France 24 recoge el testimonio de algunos de los opositores a la prohibición. Alfindo, un ciudadano indonesio de 36 años, declaraba antes de que la medida se aprobara: "No debería existir tal prohibición (...) Dios lo creó para ser comido. No busques solo el lado negativo, busca también sus beneficios". Sin embargo, la rabia continúa siendo un problema de salud pública en el país, donde decenas de personas fallecen cada año a causa de la enfermedad.
Yakarta, por su parte, fue declarada oficialmente libre de rabia en 2004, un estatus que las autoridades buscan preservar con esta normativa. Así lo explicó Hasudungan Sidabalok, jefe de la agencia de resiliencia alimentaria, marítima y agrícola de la capital, al justificar la necesidad de endurecer el control sobre la cadena de suministro.
Las posibles sanciones
La implantación de un periodo de seis meses de adaptación tiene un doble objetivo: permitir que las empresas dedicadas a la comercialización de este tipo de carne ajusten su actividad, y dar margen a las autoridades para establecer mecanismos eficaces de supervisión. Según adelanta el medio francés, las sanciones previstas irán desde simples advertencias por escrito hasta la revocación de licencias comerciales en casos de incumplimiento reiterado.
Del mismo modo, France 24 recuerda que las leyes indonesias sobre alimentación y cría de animales no prohíben explícitamente el consumo de carne canina o felina. No obstante, en 2018 el Ministerio de Agricultura emitió una directiva que aclaraba que la carne de perro no debía considerarse un alimento, abriendo la puerta a normativas más estrictas a nivel local,como la aprobada ahora en Yakarta.