Encuesta
Prohibir los sabores en el vapeo conduciría a un aumento del tabaquismo, según un estudio
Uno de cada cinco usuarios buscarían la forma de conseguir líquidos con sabor por internet o en el mercado negro y, los que además fuman cigarrillos, lo harían mas
El Real Decreto de fabricación de tabaco que el Misterio de Sanidad está tratando de sacar adelante contempla la prohibición de los sabores en los nuevos productos de nicotina (vapers, tabaco calentado y bolsas de nicotina). Es decir, que lo que se pretende es que solo puedan adquirirse aquellos con sabor a tabaco. La medida parte de una petición que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho a los gobiernos de los países "para proteger a los jóvenes de la adicción y las enfermedades".
La ministra de Sanidad, Mónica García, como no podía ser de otra forma, ha hecho de esta petición un mandato y argumenta siempre que tiene la ocasión que los sabores en estos dispositivos son una manera de atrer a los menores al consumo de tabaco, y que son ellos los que más los usan . Sin embargo, los datos reales contradicen sus dogmáticos argumentos, y alertan de riesgos importantes de recaer en el tabaquismo para los usarios de alternativas de riesgo reducido que, de manera mayoritaria, usan los sabores para evitar, abandonar o reducir el consumo de cigarrillos convencionales.
Según muestra una encuesta de Sigma Dos a 700 usuarios de vapeo en España mayores de 18 años, el perfil más común de vapeador es el de un adulto mayor de 30 años, cuya edad media de inicio en el consumo es de 35 años (34,7), que quiere dejar de fumar y recurre a sabores afrutados para abandonar el hábito. Casi 9 de cada 10 encuestados declaran que fumaban antes de vapear, y que se pasó al vapeo para evitar, abandonar o reducir su consumo de tabaco.
El 47,5% empezó a vapear para reducir el consumo de tabaco, el 34,2% lo hizo con el objetivo de dejar de fumar e incluso el 10% para evitar consumir tabaco.
Las tres cuartas partes (74,5%) de los consumidores habituales que empezaron a vapear para reducir o abandonar el consumo de tabaco considera que el cigarrillo electrónico le ha resultado muy o bastante útil para lograr su objetivo.
Además, la gran mayoría piensa que es tanto o más eficaz que otros métodos para dejar de fumar, como las terapias de reemplazo de nicotina (parches, chicles, pastillas, sprays) o la medicación recetada (citisina, vareniclina, bupropión u otros) frente al 6,1% que opina que es menos eficaz. Así, entre los usuarios de vapeo habitual que a día de hoy y de forma efectiva han logrado dejar de fumar, la inmensa mayoría señala que usar vapeadores le sirvió para lograrlo (82,4%).
Determinantes para dejar de fumar
Los sabores más utilizados por este perfil de vapeador recurrente son afrutados, mentolados o refrescantes que concentran casi un 90% de las menciones con especial protagonismo de los sabores afrutados (57,5%). Entre quienes utilizan varios sabores, el predilecto es el sabor afrutado (41,3%), frente a quienes optan por tabaco (17,4%).
Los sabores no parecen resultar críticos para comenzar a consumir vapeo (principal argumento para prohibirlos) y ya se menciona como sabor de inicio tanto los frutales (32,5%) como el tabaco (28,3%). Sin embargo, los sabores del vapeo sí resultan determinantes para lograr dejar de fumar, y así lo admiten los usuarios.
En una escala de importancia de 1 (mínima) a 10 (máxima), el valor de los sabores para dejar de fumar o reducir el consumo de tabaco es de 7,6. En concreto, un 57,5% otorga a los sabores una importancia máxima, de entre 8 y 10.
La mayoría de estos entrevistados (65%) cree que la prohibición de sabores alternativos al tabaco afectaría negativamente a su capacidad para abandonar o reducir el consumo de tabaco. En concreto, un 30,8% opina que mucho y un 34,2% afirma que bastante.
En el caso de prohibirse estos sabores, en torno a uno de cada cinco usuarios buscarían la forma de conseguir líquidos con sabor por internet o mediante la compra de productos ilegales y, entre los que también fuman, otros tantos admiten que fumarían más. Incluso en los que no fuman, un 14,3% empezarían o volverían a fumar en caso de prohibirse el vapeo de sabores.
En cuanto a hábitos de compra, el vapeador tipo adquiere sus vapeadores y recargas mayoritariamente en el estanco (49,2%). A continuación se sitúan las tiendas especializadas (29,2%) o la venta online (23,3%).
Un hábito ocasional
Por otra parte, el estudio concluye que el vapeo en España es un hábito fundamentalmente ocasional. Más de la mitad de los entrevistados (56,4%) declaran que, pese a haber vapeado alguna vez, ya no lo hacen. Entre los que siguen consumiendo vapeo, únicamente el 17,1% lo hace de forma regular, mientras que el 26,5% solo vapea ocasionalmente.
En todos los grupos de edad, el vapeo ocasional es más frecuente que el vapeo habitual. Sin embargo, es más probable que se abandone este consumo ocasional entre los más jóvenes y los más mayores. Así, el 45,5% de los jóvenes de entre 18 y 29 años han podido probar el vapeo en el pasado, pero ya no lo consumen y el porcentaje asciende al 51,3% en el caso de los mayores de 65.
Casi el 90% (89,6%) de los que han probado el vapeo fumaban antes y la gran mayoría (76,6%) lo hicieron para abandonar, reducir o evitar el consumo de tabaco y otorgan un papel notable a los sabores en este objetivo.
De hecho, entre los vapeadores que aún fuman, la mayoría admite que, ante la prohibición de sabores alternativos al tabaco, seguiría consumiendo tabaco y solo un 3,6% afirma que continuaría vapeando sabor tabaco y dejaría de fumar.
Incluso entre los vapeadores que no fuman, existe un riesgo de orientación al tabaquismo en caso de prohibición de los sabores en el vapeo, ya que un 8,6% aseguran que fumarían pese a no hacerlo en la actualidad.