
Sociedad
La razón por la que te van a tener que arreglar los electrodomésticos gratis
El objetivo de esta iniciativa es minimizar la cantidad de residuos electrónicos y reducir la dependencia de materiales esenciales como el litio, el cobre y el níquel

La urgencia de abordar los desafíos medioambientales, el uso excesivo de recursos naturales y la obsolescencia programada ha impulsado cambios significativos en la normativa tanto europea como española. Entre las medidas más recientes destaca una nueva legislación que obliga a los fabricantes de electrodomésticos y dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y ordenadores, a garantizar la reparación de sus productos incluso después de que la garantía haya expirado. Esta normativa, gestionada por el Ministerio de Consumo y el Ministerio para la Transición Ecológica, forma parte de una estrategia más amplia destinada a fomentar la sostenibilidad y la economía circular.
El objetivo de esta iniciativa es minimizar la cantidad de residuos electrónicos y reducir la dependencia de materiales esenciales como el litio, el cobre y el níquel, fundamentales en la fabricación de estos aparatos. Con ello, el Gobierno busca impulsar un modelo de consumo más sostenible, en el que la reparación de productos tenga prioridad sobre la compra de nuevos. Inspirado en directrices europeas, el denominado «derecho a reparar» busca prolongar la vida útil de los dispositivos y fomentar una competencia más equitativa en el sector de las reparaciones.
Esta normativa no solo promueve la reparación en lugar de la sustitución, sino que también busca optimizar el aprovechamiento de los recursos naturales y reforzar las políticas medioambientales en un contexto global cada vez más enfocado en la lucha contra el cambio climático y la gestión de residuos.
Como parte de esta legislación, se prevé la creación de un fondo destinado a financiar la reparación de productos que aún puedan ser arreglados. Dicho fondo será financiado por los propios fabricantes, quienes deberán asumir la responsabilidad no solo de la producción, sino también del mantenimiento de sus productos. A través de esta medida, el Gobierno pretende hacer que la reparación sea más asequible para los consumidores y reducir la presión de tener que adquirir nuevos dispositivos.
Ventajas de reparar en lugar de sustituir
Uno de los pilares fundamentales de esta ley es el «derecho a reparar», una normativa aprobada en el Consejo Europeo en 2024 y que deberá ser incorporada en la legislación nacional antes de julio de 2026. Este derecho no solo busca reducir los residuos electrónicos, sino también alargar la vida útil de los productos, disminuyendo así la necesidad de comprar nuevos dispositivos con tanta frecuencia.
Gracias a esta medida, los consumidores podrán llevar sus electrodomésticos y dispositivos electrónicos, como lavadoras, frigoríficos, teléfonos móviles y ordenadores, a centros de reparación independientes o directamente a los fabricantes.
Entre los principales beneficios de esta regulación está la posibilidad de reparar productos a precios accesibles, incluso después de que haya finalizado la garantía. Los fabricantes estarán obligados a ofrecer tanto piezas originales como genéricas, además de proporcionar herramientas y manuales de reparación a técnicos independientes. Esto permitirá que los consumidores elijan libremente dónde reparar sus productos, fomentando la competencia en el sector y reduciendo los costos de reparación.
Además del impacto positivo en el medioambiente y el ahorro económico, esta normativa busca aumentar la transparencia en cuanto a los costos y condiciones de reparación. Las empresas deberán informar de manera clara y accesible sobre los precios y términos de servicio, lo que facilitará a los consumidores tomar decisiones informadas. Esta medida también impulsará el mercado de la reparación, generando nuevas oportunidades laborales en este sector.
Los productos que estarán cubiertos
El «derecho a reparar» abarcará una amplia variedad de productos, desde electrodomésticos como frigoríficos, lavadoras y aspiradoras hasta dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tablets y ordenadores. Se estima que esta normativa incluirá más de 30 tipos de aparatos, convirtiéndose en una de las iniciativas más ambiciosas en materia de sostenibilidad y protección del consumidor.
Asimismo, los fabricantes deberán garantizar la disponibilidad de piezas de repuesto durante un periodo prolongado, incluso cuando el modelo haya dejado de fabricarse. También estarán obligados a facilitar el acceso a herramientas y repuestos necesarios para la reparación, permitiendo que los talleres independientes puedan ofrecer sus servicios con la misma calidad que los centros oficiales.
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