Sociedad

Somos felices, pero no tanto

España escala seis posiciones y se sitúa en el puesto 30 en el ranking mundial de la felicidad que elabora la ONU. Los países nórdicos siguen copando el «Top 10». Al otro lado de la balanza se encuentran territorios en guerra, como Sudán del Sur y Siria. Venezuela cae al 108, al nivel de Palestina.

Somos felices, pero no tanto
Somos felices, pero no tantolarazon

España escala seis posiciones y se sitúa en el puesto 30 en el ranking mundial de la felicidad que elabora la ONU. Los países nórdicos siguen copando el «Top 10». Al otro lado de la balanza se encuentran territorios en guerra, como Sudán del Sur y Siria. Venezuela cae al 108, al nivel de Palestina.

Los españoles somos hoy más felices que el año pasado, según se desprende del Informe Mundial de la Felicidad elaborado por Naciones Unidas. Así, de una lista compuesta por 156 países, España se sitúa en el puesto 30 tras escalar seis puestos respecto a 2018. En concreto, ha pasado de tener 6,310 puntos sobre 10 en 2018, a 6.354. Pese a la ligera mejora, seguimos por debajo de la puntuación de 2017: 6,403. Ahora bien, en lo que a posiciones se refiere, es la primera vez que España ocupa tan buen puesto desde 2013.

Finlandia, con 7,769 puntos, vuelve a estar en primera posición de este ranking que la ONU presenta cada 20 de marzo para celebrar el Día Internacional de la Felicidad. De hecho, logra, incluso, ser más feliz que el año pasado, cuando obtuvo 7,632 puntos, lo que denota que este remoto país continúa su modesta pero constante tendencia al alza en lo que a felicidad se refiere desde 2014, haciendo que la distancia con el resto de países del «Top 10» sea cada vez más significativa.

A continuación le siguen Dinamarca y Noruega, ambos países intercambian posiciones respectivamente respecto a la edición pasada. En cuarta posición se sitúa Islandia, seguida muy de cerca por Holanda, que sube al puesto quinto echando a Suiza a la sexta posición. En las siguientes posiciones están los mismos países que el año pasado: Suiza, Nueza Zelanda y Canadá. En la última posición de los 10 países más agraciados del mundo está Austria. Este país es, precisamente, el que logra subir hasta la décima posición dejando a Australia un puesto por debajo respecto al año pasado, seguida por Costa Rica e Israel.

Todos ellos comparten los altos niveles en las seis variables consideradas clave por la ONU para medir la felicidad, como son: los ingresos, esperanza de vida, apoyo social, libertad de elección, generosidad y confianza. Unos parámetros que también comparten los países que cierran el «Top 20». De ahí que a penas se encuentren diferencias significativas con los 10 primeros, salvo aquellos países separados por varias posiciones en el ranking.

En el otro lado de la balanza, con una enorme brecha, se sitúan Sudán del Sur, que repite como el país en el que los ciudadanos son menos felices, República Centroafricana, Afganistán, Tanzania y Ruanda, con puntuaciones que van desde 2,853 hasta 3,334. Por cierto, Venezuela se sitúa en el puesto 108, al nivel de Palestina, al caer seis posiciones.

El estudio también refleja que el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita es 22 veces más elevado en el «Top 10» del ranking que en los países que cierran la clasificación. Pese a ello, algunos países como Latinoamérica continúan obteniendo elevados niveles de felicidad pese a su PIB, debido a un abanico muy amplio de factores, entre ellos el mayor peso que se da en estos países a la familia y a los aspectos sociales.

Naciones Unidas también analiza en qué medida ha cambiado la felicidad desde 2005 hasta nuestros días. En este sentido, mientras que Finlandia ha mejorado 0,097 puntos, España ha perdido 0,793 puntos respecto a 2005. De ahí que se insista en la importancia de reducir la desigualdad global en lo que a bienestar se refiere tanto entre países como, sobre todo, entre los ciudadanos de un mismo estado. Así, desde 2012, mientras la desigualdad ha caído ligeramente en Europa Occidental y centro y este de Europa; aumenta de forma significativa en la mayoría de las demás regiones, especialmente en Asia del sur, Asia del suroeste, África Subsahariana, este y norte de África, así como Rusia.

Pero, ¿por qué es importante analizar la felicidad? Que seamos felices no es un tema baladí. La felicidad nos hace ser más productivos e incrementa nuestra esperanza de vida. Así, según diversos estudios, las situaciones estresantes son las culpables del 30 por ciento de las bajas laborales, con el consiguiente gasto económico. Lógico, porque las personas pasan gran parte de sus vidas en el trabajo, de modo que atender el bienestar emocional puede ser no solo beneficioso para el trabajador, sino también para la empresa porque las personas felices, según los expertos, se motivan y motivan a otros.

Aunque el dinero no da la felicidad, en los países pobres resulta clave. En cambio en los ricos, tener o no mejor PIB no incrementa tanto los niveles de felicidad entre los ciudadanos. Dicho de otro modo, que Finlandia vuelva a ser el país en el que sus ciudadanos son más felices puede hacer que se puedan pagar mejores tratamientos, pero no que llegados a esos niveles de bienestar social suba el nivel de felicidad por su PIB.

Ahora bien, también hay países latinoamericanos más felices que otros claramente muy productivos, pese a que numerosos indicadores sociales y económicos dibujan a Latinoamérica como una región con millones de pobres, de enorme desigualdad económica, con muchas de las ciudades más violentas del mundo y elevados niveles de corrupción. Sin embargo, en este contexto tan desfavorable los latinoamericanos son felices, una felicidad que aumentaría si se pusiera freno a estos problemas.

Lo que no quita que la crisis económica que se experimentó desde 2008 sí resienta notoriamente los niveles de felicidad. Prueba de ello es que en España, la crisis económica disparó las depresiones en un 19% entre 2009 y 2012, según un estudio de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas). Una situación que derivó en un aumento del consumo de psicofármacos del 4%. En definitiva, si desde 2013 Naciones Unidas celebra el Día Internacional de la Felicidad es por el importante papel que desempeña en nuestra vida.

¿Es Finlandia el mejor país para vivir?

Si atendemos a los ranking de felicidad y a los de nivel educativo, desde luego que sí. En ambos, ocupa siempre los mejores puestos. Es una de las naciones más ricas e innovadoras, transparente e igualitaria. Pero, «vivimos en un lugar frío, duro y remoto», explicó la que fue su presidenta, Tarja Halonen. No todo iba a ser positivo.