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En órbita el Meteosat número 11

Uno de los satélites de última generación, antes de su lanzamiento
Uno de los satélites de última generación, antes de su lanzamientolarazon

Europa puso este miércoles en órbita el último de los cuatro satélites de meteorología Meteosat de segunda generación, desde la base de lanzamiento de Kurú, en Guayana Francesa, informa Efe.

El despegue de MSG-4, como se ha denominado a este satélite Meteosat, se produjo a las 21:42 horas GMT a bordo de un cohete Ariane 5, dentro del cual también viajó un satélite de comunicaciones brasileño (Star One C4).

El satélite Meteosat es resultado de la cooperación entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Organización Europea para la Explotación de los Satélites Meteorológicos (Eumetsat), desde cuyas sedes en Darmstadt (Alemania), técnicos, científicos y representantes de empresas pudieron seguir este lanzamiento, además de en el centro espacial de Kurú.

El despegue transcurrió sin problemas, pero los aplausos en los centros de control no se oyeron hasta casi una hora después, cuando los dos satélites se separaron del cohete: primero lo hizo el satélite brasileño (28 minutos después del lanzamiento) y después el MSG-4 (40 minutos tras el despegue).

«Ha sido una experiencia increíble», afirmó Thomas Reiter, director de Operaciones de ESA, desde Kurú (desde la sede de Eumetsat se conectó en varias ocasiones con Guayana Francesa), quien confirmó oficialmente la separación de los dos satélites del Ariane.

No obstante, aún quedan algunas fases importantes: la ESA, desde su sede en Darmstadt (ESOC), controlará al satélite los próximos diez días, tras lo que pasará a depender de Eumetsat. A su órbita definitiva no llagará hasta el 26 de julio.

MSG-4 es el último de los Meteosat de segunda generación, cuatro satélites que han continuado con éxito el legado de los satélites meteorológicos operacionales, que comenzó con Meteosat-1 en 1977 (con el de hoy se han lanzado once Meteosat).

Su puesta en órbita garantizará la continuidad de las observaciones desde la órbita geoestacionaria, a 36.000 kilómetros de la Tierra, un servicio que actualmente proporciona Meteosat-7 (cuya retirada está prevista en 2017), Meteosat-8, 9 y 10, con los que «convivirá».

Con un peso de 2.000 kilogramos, Meteosat-11, cuando esté a pleno rendimiento, tomará imágenes de alta resolución de Europa, Atlántico Norte y África una vez cada 15 minutos, suministrando datos fundamentales para el trabajo de los meteorólogos.

También será capaz de monitorizar el estado de la vegetación e identificar incendios forestales o tormentas de arena.

Para ello, y como instrumento principal, lleva una cámara, Seviri, que toma imágenes de la superficie de la Tierra.

Esta generación de satélites es capaz de monitorizar el tiempo con el detalle y la velocidad necesarias para predecir condiciones meteorológicas adversas con pocas horas de antelación, lo que permite, por ejemplo, enviar alertas de niebla a los aeropuertos.

Además, transporta un sistema de búsqueda y salvamento y el instrumento Gerb, que mide el calor emitido por la Tierra.

Todos los MSG han sido desarrollados por un consorcio europeo liderado por Thales Alenia Space (la participación española en la misión ha sido del 7 %).

El director general de Eumetsat, Alain Ratier, señaló que estos satélites son capaces de mandar en tiempo real datos de diversos fenómenos meteorológicos (tormentas, niebla, inundaciones) y resumió: «salvan vidas».

Los MSG-4 tendrán continuidad, con otros seis satélites Meteosat de tercera generación denominados MTG y más avanzados (el primero se lanzará en 2019 y el segundo en 2021), un proyecto ya en marcha que tendrá un retorno industrial para España de 175 millones de euros (superior al de MSG), según fuentes de Thales Alenia Space España.

«La protección de las personas y sus bienes demandan misiones de alto nivel», subrayó Patrick Mauté, jefe de la Oficina Técnica de Thales Alenia Space, quien aseveró que los Meteosat de tercera generación mantendrán a Europa en la vanguardia de la meteorología desde el espacio al menos en los próximos 20 años.

EFE