Calefacción

¿No tienes calefacción? 5 trucos muy sencillos para mantenerte caliente por la noche

Aunque llegue el frío es posible mantener el calor sin dejarte la nómina del mes

¿No tienes calefacción? 5 trucos muy sencillos para mantenerte caliente por la noche
¿No tienes calefacción? 5 trucos muy sencillos para mantenerte caliente por la nocheLa RazónLa Razón

Cuando baja la temperatura y la habitación se siente como un iglú, la primera reacción suele ser encender la calefacción. Sin embargo, después de la primera factura del invierno el instinto cambia y muchos se mentalizan de que toca aguantar.

Sin embargo, no hace falta pasar frío para ahorrar en calefacción. De hecho existen maneras muy sencillas y sorprendentemente efectivas de calentar una habitación sin consumir mucha energía.

5 trucos para calentarse sin calefacción

Técnicas hoteleras

Quienes hallan ido de hotel por estas fechas lo saben. Una sábana transpirable, una manta ligera y un edredón son una fórmula insuperable.

A menudo, para ahorrar calefacción estos establecimientos colocan una manta de lana gorda entre las sábanas y el edredón. A primera vista esto puede parecer poco eficaz pero resulta que es todo lo contrario: las múltiples capas crean bolsas de aire caliente entre las telas, manteniendo el cuerpo a la temperatura ideal.

Además, si tienes demasiado calor, simplemente basta con retirar una de las capas.

Ventilación controlada

La clave del ahorro energético se encuentra en la ventilación controlada. Para un ambiente caliente pero no cargado conviene abrir las ventanas cuando todavía haya luz solar y cerrarlas pasado ya el mediodía.

Las cortinas o persianas actúan como una capa extra de ropa para la habitación. Si las cierras solo alrededor de las 18:00h hará frío. Pero si las cierras a las 17:00h la habitación estará mucho más cálida.

El material si importa

Para noches frías, la tela 100% algodón es la mejor opción ya que mantiene una temperatura estable sin ese golpe de frío inicial al acostarse.

Calienta antes de ir a dormir

Un buen baño de burbujas, un caldo humeante o un simple colacao pueden parecer pequeñas tonterías, sin embargo son precisamente estos pequeños placeres los que ayudan a regular nuestra temperatura corporal y nos mandan calentitos a la cama.

Una buena manta

El truco más viejo del libro a menudo es siempre el más efectivo. Sentirse abrazado por una manta pesada ayuda a un sueño agradable y cálido en estas noches tan frías.

No se debe dormir con la calefacción "a tope"

De acuerdo con María Sanz Almazán, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Riaza : "La calefacción no es mala en sí misma, pero cuando la temperatura es excesiva, pueden aparecer diferentes problemas de salud como la deshidratación, infecciones o problemas respiratorios, empeoramiento de las alergias, sequedad de piel y mucosas, dolor de cabeza, problemas de sueño…"

Esto se debe a que el calor excesivo hace que disminuya la capacidad defensiva del organismo, fomentando la aparición de patógenos.

Es por esto que en caso de tener que encender la calefacción conviene establecerla a una temperatura media de 19º a 21 ºC durante el día para el confort y el ahorro, y entre 15 y 17 ºC por la noche.