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No tires tu bolsa de agua caliente usada, tienes un tesoro en casa: dos formas de reutilizarlas
Cuando deja de calentar, la mayoría piensa en tirarla. Pero una bolsa de agua caliente vieja puede transformarse en algo totalmente distinto… y muy útil
Durante el invierno, las bolsas de agua caliente se convierten en una solución económica y reconfortante para combatir el frío. Sin embargo, con el tiempo es común que pierdan su eficacia, ya sea por fugas, desgaste del material o simplemente por falta de retención térmica.
En lugar de tirarlas, muchas personas están dándoles nuevos usos funcionales y sostenibles. Su diseño flexible, resistente y térmico las convierte en candidatas perfectas para otras tareas dentro del hogar.
Dos formas creativas de reutilizarla
1. Compresa fría reutilizable
Si tu bolsa todavía está en buen estado y no tiene fugas, puedes transformarla en una compresa fría para aliviar dolores, inflamaciones o golpes. La ventaja es que, al contener alcohol en su interior, no se congela por completo y mantiene su flexibilidad.
Paso a paso:
- Lava bien la bolsa por dentro y por fuera con agua tibia y jabón neutro.
- Llénala con agua para verificar que no tiene fugas.
- Mezcla agua con un poco de alcohol y colócala dentro.
- Asegúrate de cerrar bien la tapa. Puedes reforzarla con cinta aislante si lo ves necesario.
- Guárdala en el congelador dentro de una funda o paño para mantenerla limpia.
- Úsala sobre lesiones, golpes o zonas inflamadas como si fuera una bolsa de gel frío.
2. Florero colgante
Otra opción original y decorativa es convertir tu bolsa de agua caliente en un pequeño jarrón vertical. Si no tiene roturas, puedes colocarla sobre una base o colgarla con un trozo de tela resistente o cuerda.
Basta con:
- Limpiar la bolsa y asegurarte de que puede contener agua.
- Colocar en su interior tus flores favoritas.
- Buscar una base que la mantenga en pie o colgarla en la pared con un soporte seguro.