Andalucía

Un verano con un ahogado al día

En sólo dos meses 114 personas han perdido la vida. Julio, el mes más trágico con 53 víctimas

En embalses, ríos y lagos, no confiarse. En 2012, sólo 10 provincias de interior no tuvieron ahogamientos
En embalses, ríos y lagos, no confiarse. En 2012, sólo 10 provincias de interior no tuvieron ahogamientoslarazon

La muerte de un bebé de 18 meses en la piscina de una vivienda que tuvo lugar ayer en Moraira-Teulada (Alicante) elevó a 114 la cifra de ahogados en lo que va de año, de los cuales 81 perecieron desde el pasado mes de junio. Es decir, uno al día.

A pesar de la dramática cifra, y de un mes de julio desolador, lo cierto es que este año han fallecido un 39 por ciento de personas menos al día que en 2012, gracias fundamentalmente al tranquilo mes de junio, cuando el mes cerró con 14 ahogados, según los datos de Efe, frente a los 40 que murieron en 2012, según las cifras facilitadas en su día por José Palacios Aguilar, coordinador del Grupo de Investigación en Actividades Acuáticas y Socorrismo y profesor de Actividades Acuáticas Saludables y Socorrismo de la Facultad de Ciencias del Deporte y la Educación Física de la Universidad de La Coruña.

La situación cambió drásticamente el pasado julio, cuando perecieron ahogadas 53 personas, cuatro personas más que ese mes de 2012. Entonces los datos del verano hacían temer lo peor. De hecho, sólo «entre el 1 de junio y el 17 de julio murieron ahogadas 69 personas, en su mayoría (50 víctimas) fallecieron en lugares en los que no había servicio de socorrismo o los accidentes tuvieron lugar fuera del horario en el que se presta este servicio. Y la mayoría de las víctimas murió en playas y piscinas», según los datos facilitados por el coordinador del Grupo de Investigación en Actividades Acuáticas y Socorrismo.

Respecto a la localización del mayor número de víctimas, es la Comunidad Valenciana la que ostenta desgraciadamente la primera posición en 2013, con 35 casos registrados. En verano de 2012 fue Andalucía.

Para evitar estos casos, resulta esencial seguir los consejos y prohibiciones de baño. La principal para evitar casos como el de las dos fallecidas en el embalse de Valmayor, en Madrid, es, además de saber nadar (y en caso de no saber utilizar un chaleco salvavidas), bañarse únicamente en zonas permitidas y que estén vigiladas por socorristas, y siempre dentro del horario en que se presta este servicio esencial. Prevenir conductas de riesgo y evitar el baño en zonas peligrosas por corientes, oleaje, rocas, etcétera resulta también clave para evitar ahogamientos. Además de no dejar a los niños solos o bajo el cuidado de otros menores, ni siquiera durante un instante, ya que el ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa y un bebé puede llegar a ahogarse en pocos centímetros de profundidad, según las advertencias del Ministerio de Sanidad.

A estos consejos hay que sumar evitar riesgos como los cortes de digestión. « Cuando comemos se produce una diferencia de temperatura corporal, ya que la sangre va principalmente al tubo digestivo. Mientras dura este proceso, durante una hora y media o dos horas según el tipo de alimento y cantidad consumidos, se puede producir un corte de digestión al meterse en el agua. Por eso es recomendable esperar dos horas antes de zambullirse en el agua», explica Alberto Sacristán, médico de Atención Primaria del Centro Médico Deportivo Marta Alegre, en Madrid.

«Y si la persona no va a esperar –prosigue– es recomendable que se meta de forma paulatina en el agua. Sobre todo cuanta mayor diferencia se dé entre la temperatura del agua y la corporal».

Falsas teorías

También hay que evitar seguir falsas teorías que han perdurado en el tiempo, como aquella de zambullirse en el agua nada más comer para evitar así sufrir un posible corte de digestión. «La digestión empieza al introducirse el primer bocado en la boca, por lo que no es cierta esta teoría de que si uno no quiere esperar dos horas para hacer la digestión pueda meterse en el agua nada más terminar de comer. No tiene fundamentos», precisa el médico; que añade que, aunque todos los años se producen ahogamientos tras un paro cardiaco, «intuyo que las personas que se meten en el agua y fallecen por un problema cardiaco ya tenían ese problema previamente. No están adecuados a hacer el esfuerzo que puede suponer adentrarse en el mar con alguna ola haciendo resistencia».

Se trata de prevenir posibles futuras muertes por ahogamiento y es que la mayoría de ellas podría haberse evitado principalmente «si el espacio acuático en el que han sucedido hubieran contado con un servicio de socorrismo profesional o si estas personas hubieran preferido bañarse en lugares con este servicio», tal y como concluye el estudio elaborado por Palacios Aguilar.

Prevenir, usuarios y socorristas

Pero también hay otros consejos para los socorristas, que van desde realizar una vigilancia activa, permanente y completa hasta vigilar con mayor atención a los hombres, principalmente a los niños y a los mayores. La explicación es que año tras año fallecen más varones que hembras. En concreto, según los últimos datos oficiales publicados por el INE, en el año 2011 fallecieron en España 473 personas en el entorno acuático, de los cuales 373 fueron hombres. También es clave que los socorristas cuenten con los recursos materiales suficientes y con un reparto adecuado entre trabajo y descanso.

Todas estas medidas, las de usuarios y socorristas, podrían evitar muchas muertes, e impedir que este verano se produzcan tantas víctimas por ahogamientos como en 2012, cuando, según el citado estudio, se produjeron 186 muertes entre los meses de junio y septiembre, ambos incluidos.