Estados Unidos

«Leggingate»: Cuando la ropa deportiva ajustada crea controversia

La prohibición de embarcar a dos adolescentes en un vuelo de EE UU por llevar mallas desata la polémica. Los expertos en moda respaldan su uso, sobre todo por su comodidad para viajar, pero advierten: no todo vale

Dos aviones de la compañía United Airlines
Dos aviones de la compañía United Airlineslarazon

La prohibición de embarcar a dos adolescentes en un vuelo de EE UU por llevar mallas desata la polémica. Los expertos en moda respaldan su uso, sobre todo por su comodidad para viajar, pero advierten: no todo vale

Vestían leggings (mallas ajustadas) y se disponían a coger un avión desde Denver (Colorado) a Minneapolis (Minnesota). Contaban con billetes gratuitos de la compañía United Airlines, gracias a que estaban en la «lista de invitados» de uno de los tripulantes de la aerolínea. Esto les permite viajar cuando quieran siempre que queden asientos libres en la cabina, generalmente en primera clase. Pero, también deben atenerse a las normas de etiqueta de United. Y así empezó un controvertido viaje.

The passengers this morning were United pass riders who were not in compliance with our dress code policy for company benefit travel.

Cuando las dos adolescentes llegaron a la puerta de embarque les dijeron queno cumplían las normas de vestuario que marca la compañía. Y es que al ver el billete que llevaban, el personal de tierra de United se fijó en su indumentaria y comprobaron que no cumplían los requisitos. Y empezó la acalorada conversación con sus padres: las adolescentes no podían embarcar. Del mismo modo, a otra niña de diez años, que iba con la familia, tampoco la dejaron volar. El incidente llamó la atención de una pasajera, Shannon Watts, que esperaba en una puerta de embarque cercana su vuelo a México. Permaneció atenta a la conversación: «No decido las normas. Sólo las aplico», afirmaba un miembro del personal de United. La pasajera que esperaba también se fijó en cómo le obligaron a cambiarse a la pequeña de diez años que llevaba malla. Se puso un vestido encima.

Fue entonces, cuando Watts incendió las redes sociales con una acalorada discusión, en la que también participaron portavoces de la compañía aérea, los cuales defendieron su postura en todo momento. «Un agente de United no deja a dos niñas con mallas embarcar en un vuelo de Denver a Minneapolis, ¿por qué la licra no está permitida?», escribió Watts en su perfil. A este mensaje siguió otro que causó más controversia: «Les han obligado a cambiarse o a ponerse un vestido sobre las mallas. Si no, no pueden embarcar. ¿Desde cuándo United decide sobre el atuendo de las mujeres?». Desde la compañía le preguntaron directamente: «¿@shannonrwatts Está hablando con este pasajero, Shannon?». Todo esto pasó antes de que Watts embarcase en su vuelo. Después de llegar a México, al encender su teléfono, se dio cuenta de que sus mensajes se habían leído y compartido durante horas en las redes sociales y muchos clientes de United habían respondido enfadados.

Poco después, desde la cuenta de Twitter de la compañía, que en todo momento defendió su postura, se explicó que «en nuestro Contrato de Transporte, Regla 21, tenemos el derecho de negar el traslado de pasajeros que vayan descalzos o no vestidos de forma apropiada». Además, no satisfechos con este mensaje, recordaron que los viajeros que vuelan gratis tienen que vestir de forma apropiada. Watts continuó con la polémica: «La niña se puso el vestido. Pero, hay que tener en cuenta que nadie dijo nada del padre que llevaba pantalones cortos por encima de la rodilla», apuntó sobre las normas de etiqueta de la compañía.

To our customers...your leggings are welcome! Learn more about our company’s pass travel privilege: https://t.co/5e3euG1H9G.

Incluso, la actriz Patricia Arquette participó en el cruce de mensajes con la empresa, la cual intentó hacerles comprender su error. «¿@united Entendéis que acabáis de hacer que por lo menos la mitad de vuestros clientes estén muy descontentos?», les preguntó la actriz. Pero parece que no lo consiguió. Desde la aerolínea respaldaron a las azafata de tierra que no dejó embarcar a las adolescentes con las mallas.

Un portavoz de la compañía United, Jonathan Guerin, confirmó que se negó el embarque a las dos chicas porque su atuendo violaba las normas de etiqueta que se les exige a los «pasajeros con un pase». A juicio de Guerin, «estos viajeros representan a la compañía y no les está permitido llevar licra, mallas, pantalones deshilachados, camisetas que dejen ver el estómago, chanclas o cualquier prenda que muestre su ropa interior. No es que queramos que este tipo de viajeros venga con traje y corbata. Pero, queremos que la gente esté a gusto en ese tipo de ambiente», indicó el portavoz de United, una referencia indirecta a los pasajeros que suelen viajar en la cabina de primera clase. Y quizá su atuendo pueda molestar a los que han pagado el precio que cuestan estos asientos, que suelen ofrecer más espacio y mejor servicio de comida junto con refrescos y cócteles sin coste extra. Sin embargo, a los viajeros de Primera Clase, no se les suele exigir ningún tipo de etiqueta mientras paguen de forma íntegra su billete.

Guerin confirmó que las dos adolescentes tuvieron que quedarse en Denver, y no pudieron subir en el avión. Se les recomendó cambiar su atuendo y esperar al siguiente vuelo Denver-Minneapolis.

¿Por qué es tan controvertida esta prenda? «Sin entrar en consideraciones políticas, y limitándonos a lo meramente relacionado con la moda, los leggings no son sólo una prenda cómoda y tremendamente recurrente para las mujeres, sino también una opción muy valorada por los termómetros de tendencias en muchas ocasiones», asegura el periodista de moda y estilista Jesús Rodríguez. «Si los vaqueros tipo pitillo son admitidos, ¿qué diferencia hay con una prenda casi equivalente, que cambia el ‘‘denim’’ por la licra, pero que dibuja exactamente la misma silueta en una mujer?», se pregunta Rodríguez. El uso de esta vestimenta se ha extendido tanto por su versatilidad, «bajo una camisa ‘‘oversize’’, con un jersey XXL de cachemir, con una camiseta básica y una blazer, con bailarinas, con salones... Combina prácticamente con todo, y para vuelos transoceánicos o de larga duración (mismamente de punta a punta de EE UU) es de las piezas más recurrentes para una mujer», añade el experto.

Popularizados por Olivia Newton John en «Grease», los leggins vivieron su época dorada en los años 70, cuando se combinaban con cazadoras de cuero y prendas rockeras. Después de algunos altibajos y una breve reaparición en el 2000, los leggins quedaron relegados al ámbito deportivo, aunque como explica la experta en moda María Parra, «muchas “celebrities” han empezado a incorporarlos a looks sofisticados. Se trata de la tendencia “athleisure”, popularizada por Kendall Jenner o Gigi Adid. Consiste en incluir prendas básicas del gimnasio, como sueters deportivos, leggins y deportivas al ‘‘outfit’’ de día».

Pero para esta experta «las prendas de gimnasio no deben salir de allí». Parra explica que los leggins están concebidos como una prenda cómoda y casual, pero nunca para situaciones que requieran una vestimenta protocolaria. «Leggins sí, pero no siempre», aclara.

Para esta estilista resulta fundamental diferenciar entre los deportivos, que suelen ser de licra, y los de calle, de materiales como algodón, cashemire o canalé. «Estos últimos sí ofrecen muchas más posibilidades», explica. «Aunque no son estrictamente deportivos, nunca deben utilizarse para ir a trabajar, pero para ir en avión son una opción perfecta, porque es una prenda informal, cómoda y caliente que pueden conjuntarse con jerséis de punto amplio o chaquetas largas». De hecho, esa es la clave del manual de intrucciones de esta prenda tan controvertida, su adecuada combinación: «Nunca deben elegirse prendas cortas». Un dato a tener en cuenta porque, según augura, «al ser una prenda tan versátil y cómoda no va a salir de nuestro armario»