Cosmología

Alerta máxima con el 3I/ATLAS: el 19 de diciembre pasará muy cerca de la Tierra y la NASA intenta aclarar qué objeto es

La ciencia mira al cielo ante la llegada de 3I/ATLAS, el tercer visitante interestelar que se aproximará a la Tierra este diciembre, mostrando una anomalía en su aceleración que ha disparado las especulaciones sobre su posible naturaleza artificial

Cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS
Cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLASSinc

Lo que está ocurriendo en los monitores del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA es un verdadero quebradero de cabeza para la física convencional. Los científicos han observado una aceleración no gravitacional anómala en el cuerpo celeste, un comportamiento que desafía las explicaciones sencillas. Si estuviéramos ante un cometa común, la expulsión de gases explicaría este empuje extra, como si de un motor natural se tratase; sin embargo, este objeto no muestra ninguna estela visible. Esta ausencia de desgasificación es lo que ha encendido todas las alarmas, obligando a los expertos a considerar teorías que rozan la ciencia ficción, incluida la posibilidad de un origen artificial, tal y como sucedió con el desconcertante ‘Oumuamua. Estas especulaciones sobre nuestro lugar en el universo resuenan profundamente con la visión de figuras como Elon Musk, CEO de SpaceX, para quien el futuro en el que seamos una civilización espacial es infinitamente más emocionante que uno en el que no lo seamos.

En este sentido, la comunidad científica tiene claro que estamos ante un evento histórico, pues el objeto bautizado como 3I/ATLAS no es un vecino de nuestro sistema. Se trata del tercer visitante interestelar confirmado que se adentra en nuestro vecindario cósmico, siguiendo los pasos del ya mencionado ‘Oumuamua en 2017 y del cometa Borisov en 2019. Su descubrimiento, posible gracias al sistema de alerta ATLAS, confirma que el tráfico de objetos entre estrellas es más frecuente de lo que pensábamos, aunque pocos generan tanta intriga por su comportamiento dinámico como este nuevo huésped.

Por consiguiente, las grandes potencias espaciales han decidido no dejar nada al azar y han puesto en marcha toda su maquinaria. Organismos de la envergadura de la Agencia Espacial Europea (ESA), el Observatorio Europeo Austral (ESO) y la propia NASA bajo la administración Trump, han coordinado un despliegue técnico internacional sin precedentes. El objetivo es aprovechar la ventana de observación que se abrirá desde noviembre de 2025 hasta enero de 2026, intentando arrancar todos los secretos posibles a este viajero silencioso antes de que vuelva a perderse en la oscuridad del cosmos. Este impulso político hacia la vanguardia tecnológica se refleja también en otros movimientos estratégicos, como cuando grandes líderes tecnológicos mundiales acudieron a una cena con Donald Trump para celebrar un pacto clave entre Estados Unidos y Reino Unido.

El enigma visible para los aficionados

De hecho, una de las grandes novedades que trae este visitante es que no será exclusivo de los grandes observatorios profesionales, un detalle que destacan desde la redacción de La Razón. A diferencia de sus predecesores, que eran tenues y esquivos, el 3I/ATLAS presenta un brillo y actividad excepcionales, superando con creces la luminosidad mostrada por Borisov. Esto supone una noticia fantástica para los astrónomos amateurs, ya que el objeto podrá ser rastreado utilizando telescopios domésticos sencillos, democratizando así el acceso a un fenómeno que normalmente queda reservado a la élite científica.

Finalmente, es importante poner en contexto las cifras de este encuentro para evitar cualquier tipo de alarmismo injustificado entre la población. Aunque el objeto se formó hace más de 10 millones de años en un sistema planetario lejano y ahora se dirige hacia nosotros, su paso será totalmente seguro. El momento cumbre llegará el próximo 19 de diciembre de 2025, cuando alcance su punto más cercano a la Tierra, situándose a una distancia de unos 300 millones de kilómetros. Es un margen de seguridad inmenso que nos permitirá disfrutar del espectáculo y del misterio sin correr ningún riesgo.