Tecnología y Consumo

Amancio Ortega gastó millones en esto, pero le ha permitido construir un imperio de la moda al alcance de pocos

Las inversiones tecnológicas son importantes, y aunque Ortega no ha sido un experto en este campo, sí que se ha rodeado de ellos para conseguir avances que parecían imposibles en su época

El fundador de Inditex, Amancio Ortega
El fundador de Inditex, Amancio OrtegaCabalarAgencia EFE

En el mundo del desarrollo de software, la "latencia" es el enemigo. Es el tiempo que tarda una instrucción en convertirse en acción. Décadas antes de que este concepto fuera estándar en la economía digital, Amancio Ortega lo definió con una orden verbal que se convertiría en la arquitectura del sistema nervioso de Inditex: "Quiero soluciones inmediatas a los problemas. Si hay que viajar hoy, no importa".

Esta sentencia no era una directriz de recursos humanos sobre viajes corporativos, lo que realmente estaba intentando transmitir era una especificación de requisitos para un sistema logístico que debía romper las barreras del espacio y el tiempo. Para cumplir con esa "inmediatez" física, la compañía tuvo que desarrollar una infraestructura tecnológica sin precedentes en el retail.

Amancio Ortega tiene la idea, y detrás de esta se orienta a todo el equipo para llevar a cabo la misión de conseguirlo. Si bien, no es un experto en tecnología, si que es un quien tiene la idea para que los expertos lo lleven a cabo. Además, siempre ha tenido una visión muy buena para los negocios, y, de hecho, es el casero de Amazon.

Un cambio en el paradigma de las tiendas de ropa

La interpretación literal de "viajar hoy" implicaba movimiento. La interpretación tecnológica fue la visibilidad total del inventario. El mayor hito técnico que nació de esta filosofía fue la implementación masiva y pionera de la tecnología RFID (Identificación por Radiofrecuencia). Mientras la competencia usaba códigos de barras (que requieren línea de visión directa y lectura manual, lenta y con errores), Inditex necesitaba saber "inmediatamente" dónde estaba cada prenda. La solución fue incrustar un chip RFID dentro de la alarma de seguridad de cada prenda (una innovación patentada por ellos). Esto permite leer cajas enteras de ropa en segundos sin abrirlas al pasar por arcos sensores. La "solución inmediata" se logró: el stock dejó de ser una estimación para convertirse en un dato exacto en tiempo real.

La frase de Ortega exigía reacción, no predicción a largo plazo. Esto forzó la creación de un sistema de producción bajo demanda (pull system) que invierte la lógica tradicional.

Tecnológicamente, esto se sostiene sobre un flujo de datos bidireccional constante. Las cajas registradoras y los dispositivos móviles (fundamentalmente tablets) en manos de los encargados de tienda tienen objetivos más allá de cobrar, también envían datos cualitativos y cuantitativos a la central en Arteixo.Todo esto es la clave también del sistema de autocompra. El hecho de que "tires" un producto a la cesta y automáticamente sepa su precio y sus características es gracias a este sistema de RFID pionero de Inditex. En resumidas cuentas, la tecnología de Inditex no sirve para innovar por innovar, sino con la mentalidad siempre presente de que es necesario reducir el tiempo entre el deseo del cliente y que tenga el producto en sus manos. Para eso, hace falta un control logístico sin parangón.