Vida en Marte
Confirmado por un equipo científico: las cuevas de Marte podrían albergar vida
Hace tiempo que Marte viene mostrándonos cuán inhóspito es, pero un estudio reciente acaba de abrir una rendija inesperada en el panorama desolador marciano
Hace ya varias décadas que venimos buscando respuestas sobre la posibilidad de vida más allá de la Tierra, donde Marte ha tenido un papel protagónico. No obstante, conforme ha pasado el tiempo y las misiones al planeta vecino, como las Viking de los años 70 seguidas más recientemente de Perseverance y Curiosity, han ido y venido, también ha crecido la conciencia sobre la hostilidad del lugar.
De hecho, recientemente se supo que la superficie marciana está bañada por radiación solar y cósmica en niveles letales para cualquier organismo humano sin protección externa. Esto, fuera de los fenómenos que se presentan en su territorio, que van desde tormentas globales de polvo y variaciones térmicas extremas hasta descargas electrostáticas, lo que lo hace impredecible.
A pesar de esto, un nuevo estudio ha descubierto ocho cuevas ocultas bajo la superficie de Marte, lo que ha reabierto el debate sobre la posibilidad de que, tan siquiera, haya existido vida marciana en algún momento. El descubrimiento, publicado en The Astrophysical Journal Letters, fue realizado por la Universidad de Shenzhen, en China, y apunta a que estas cavidades ubicadas en los Valles de Hebrus no son solo depresiones geológicas, sino estructuras potencialmente talladas por agua en un pasado remoto.
Los investigadores señalan que estas formaciones presentan rasgos propios de cuevas kársticas, similares a las que se originan en la Tierra cuando el agua disuelve rocas solubles. Ahora bien, si la hipótesis se confirma, se trataría de la primera detección de estructuras de este tipo fuera de nuestro planeta, lo que impactaría directamente la astrobiología.
En los datos recogidos por las sondas Mars Global Surveyor y Mars Odyssey se han encontrado indicios de antiguos procesos acuosos que, al modelarse en 3D, encajan con la existencia de redes subterráneas talladas por agua. Pero más allá del hallazgo geológico, lo impactante es el potencial biológico, ya que el interior de estas cavidades podría conservar rastros de vida antigua, o incluso microroganismos latentes.
La promesa oculta que definirá las próximas misiones
Debido al hallazgo, las prioridades de la exploración espacial tendrían que reordenarse, de acuerdo con el grupo encargado del estudio, pues sostienen que estas cavidades son ya un "candidato convincente para futuras misiones robóticas y humanas", justamente porque ahí podría albergarse lo que se ha perdido en la superficie marciana: vida.
La relevancia de este hallazgo radica en que, mientras Perseverance o Curiosity han pasado años analizando sedimentos expuestos a radiación y tormentas de polvo, donde cualquier rastro orgánico habría sido destruido hace tiempo, el interior de estas cuevas ofrece el escenario opuesto.
Si bien las conclusiones dependen todavía de una confirmación directa sobre el terreno, las observaciones satelitales ya han dado un primer paso decisivo. Por esto, los investigadores coinciden ineludiblemente en que el próximo paso va de la mano de planear la siguiente misión a Marte, con el objetivo de observar el interior de estas cavidades, pues es la única forma de saber si alguna vez hubo vida marciana.