Robot
La construcción del futuro: Alemania presenta un robot humanoide capaz de usar herramientas como un ser humano
Agile ONE, el robot humanoide alemán que combina inteligencia artificial avanzada y destreza manual para transformar la industria
En Alemania se ha presentado Agile ONE robot humanoide, que promete manejar herramientas con la misma destreza que una persona de carne y hueso.
El anuncio, realizado por la empresa Agile Robots en Múnich, marca un nuevo paso en la automatización industrial y hace que el mundo se pregunte una vez más: aliados o pérdida de puestos de trabajo.
Agile ONE, por su parte, no se ve afectado por este debate y la empresa afirma que el proyecto está diseñado para integrarse en fábricas y colaborar de forma segura con trabajadores humanos y otros sistemas robóticos.
Es decir, aseguran que será una ayuda segura y no algo que venga a perjudicar a los empleados.
Un salto en la automatización industrial
Sus manos de cinco dedos, equipadas con sensores en cada articulación y en las yemas, le permiten percibir fuerzas y movimientos con sensibilidad comparable humana.
Esa precisión le da la capacidad de realizar desde operaciones delicadas hasta tareas que requieren fuerza, manteniendo estabilidad en cada acción.
La arquitectura que lo sostiene se basa en inteligencia artificial muy avanzada, organizada en diferentes capas que permiten razonamiento estratégico, planificación de tareas, respuesta rápida y control motor preciso. Para lograrlo, el sistema ha sido entrenado con uno de los mayores conjuntos de datos industriales de Europa, complementado con simulaciones y aportaciones humanas.
Esto hace que el nuevo humanoide sea distinto a lo que se conocía hasta ahora. En otras palabras, este robot aprende y se adapta.
La marca alemana quiere conseguir ser distinta dentro de un mercado saturado, en el que todas las grandes empresas compiten día a día por ser las primeras en crear un humanoide funcional.
Para ello, Agile ONE estará lleno de múltiples funciones que, en teoría, ayudarán a facilitar los aspectos más duros o complejos de la producción industrial, como la recogida y transporte de materiales, el manejo de maquinaria ligera y pesada, el uso de herramientas y la manipulación de piezas de precisión.
Todo ello con un diseño que busca transmitir cercanía: sensores de proximidad para definir distancias, ojos responsivos que le otorgan una expresión más humana y una pantalla informativa en el pecho que mantendrá al usuario al tanto en todo momento.
La intención es que los trabajadores lo perciban como nuevo compañero cercano y no como una amenaza que pueda quitarles su puesto.
La empresa alemana lo tiene claro, esto es el futuro.
Ya se refieren a una nueva etapa en la automatización industrial basada en la “IA física”: robots inteligentes, autónomos y flexibles capaces de actuar en el mundoreal.
Sin embargo, más allá de la fascinación tecnológica y de todas las posibilidades que este humanoide puede aportar, no debe olvidarse la pregunta clave: ¿qué lugar ocuparán los trabajadores cuando estas máquinas se multipliquen en las fábricas?
. Aunque muchas compañías insisten en la colaboración, la historia reciente demuestra que cada avance en automatización suele venir acompañado de ajustes laborales inevitables.