Procesadores
Creíamos que NVIDIA tenía el monopolio en chips IA, OpenAI tiene otra idea con su propio diseño
De la mano del fabricante de procesadores Broadcom la compañía que lidera Sam Altman buscará reducir su dependencia y optimizar un recurso vital para el desarrollo y entrenamiento de sus modelos
El crecimiento de una empresa se mide por la independencia que logra sobre los suministros de otras compañías. El hecho de alcanzar la capacidad de producir cuanto requiere su servicio otorga una posición destacada y supone además una piedra en el zapato de los competidores, que ven cómo un nuevo actor irrumpe en el mercado.
Esa línea es la que parece querer explorar desde hace tiempo OpenAI, la compañía matriz detrás del popular asistente de inteligencia artificial ChatGPT, que en los últimos días se ha visto envuelto en cierta polémica por el cariz de las conversaciones de su chatbot, lo que ha llevado a la compañía a elaborar un plan de acción a corto plazo para corregir el problema.
Búsqueda de independencia y eficiencia
Pero OpenAI demuestra que su estructura le permite afrontar diferentes desafíos de forma simultánea. Así, se ha sabido gracias a un informe de Financial Times del que se hace eco la agencia Reuters que está trabajando en una estrategia basada en desarrollar y producir su primer chip de inteligencia artificial para uso interno en 2026 que le otorgue mayor autonomía.
La producción llegaría a través de una colaboración con el fabricante estadounidense Broadcom. De este modo NVIDIA, líder del sector de microprocesadores, vería reducida la demanda de sus servicios por parte de la firma de Sam Altman. De concretarse, OpenAI continuaría la estela de otros gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Meta, que ya diseñan sus propios chips para controlar mejor tanto costes como abastecimiento.
El crecimiento y la posición de OpenAI en el sector de la inteligencia artificial exigen a la compañía una potencia informática muy elevada para mantener el ritmo de entrenamiento de sus modelos, así como para atender con agilidad tantas consultas como reciben para su ejecución. Cuestiones que están ligadas de manera indisoluble a los tan preciados procesadores que han elevado la posición de NVIDIA y que ahora OpenAI en colaboración con Broadcom aspira a producir para optimizar sus recursos.
Una pista importante de esa unión entre Broadcom y la empresa desarrolladora de ChatGPT la ofreció el director ejecutivo de Broadcom, Hock Tan, quien el jueves el pasado señaló en una conferencia sobre ganancias que espera un crecimiento significativo de los ingresos por inteligencia artificial, cifrados en 10.000 millones de dólares en pedidos de infraestructura de IA de un nuevo cliente que, eso sí tuvo la deferencia de no revelar. Pese a ello, todos los indicios apuntan en la misma dirección: OpenAI.
Este proyecto reforzaría la posición de la compañía que lidera Sam Altman, que vería como a su estatus destacado en materia de software de inteligencia artificial le podría sumar el potencial de diseñar y fabricar hardware especializado para sus requerimientos. Independencia para unos y nueva competencia para otros como NVIDIA en lo que apunta a ser una estrategia a largo plazo por parte de OpenAI.