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Elon Musk, el hombre más rico del mundo, apunta a las mejores inversiones del futuro: "Las empresas dedicadas a la IA, la robótica y los vuelos espaciales representarán casi todo el valor"
La convicción del magnate sobre el potencial de la industria tecnológica le empuja a designar a dos compañías como las grandes potencias de un mercado con margen de crecimiento
Elon Musk no ha hecho su fortuna con inversiones en empresas emergentes por las que haya apostado en sus fases iniciales tras percibir que podían tener un recorrido exitoso. Tampoco ha logrado el estatus económico actual que ostenta por herencia o por tomar el testigo de negocios que ya funcionaban y de los que haya tenido que mantener la inercia positiva, si bien es cierto que sus orígenes familiares le colocan en el seno de una familia muy poderosa en Sudáfrica.
Sin embargo y lejos de eso, el empresario y visionario ha logrado ir dando pasos en los negocios que le han permitido labrarse su propia riqueza. Primero con la fundación de PayPal y su posterior venta para, en los siguientes años, concretar ideas que traspasaban la frontera del tiempo y miraban a un futuro que cada vez está más cerca.
Esas apuestas por lo que son hoy en día Tesla, el gigante de los vehículos eléctricos, y SpaceX, cuyo objetivo es revolucionar el transporte espacial y, quien sabe si en el futuro, viajar a Marte, han sido el germen de una posición económica privilegiada para Elon Musk, quien en la actualidad es el hombre más rico del planeta gracias a las acciones que ostenta mayoritariamente de Tesla.
IA, computación y viajes espaciales liderarán el valor del futuro
Pese a que esa sea la fuente de su acaudalada posición, Musk no es amigo de comprar acciones ni títulos de compañías, ni inversor en sectores más allá de los que representan sus propias firmas. Así lo reconoció en el pódcast "WTF is" que dirige y presenta Nikhil Kamath y en el que a través de conversaciones informales con los protagonistas se tratan temas de especial actualidad, como tecnología, redes sociales, energías renovables, vehículos eléctricos o videojuegos.
Durante el diálogo entre Kamath y Musk, el magnate reconoció que no es hombre de cotizaciones, Wall Street ni de apuestas a futuro en títulos de corporaciones. Lo suyo es centrarse, de manera incluso obsesiva, con sus propios proyectos, en los que la retribución se basa en títulos de propiedad como sucede con Tesla: “Realmente no compro acciones. No busco inversiones. Simplemente intento desarrollar cosas, y resulta que hay acciones de la empresa que creé, pero no tengo cartera ni nada”, reconoció Musk durante la charla.
Se trata de una decisión personal de Elon Musk basada en la necesidad de concentrar todos sus esfuerzos en cada uno de los proyectos que inicia con SpaceX, Neuralink o xAI, su compañía enfocada en inteligencia artificial. Un sector en el que, pese a no ser lo suyo las inversiones, reconoce que existe un gran potencial de negocio y un margen de crecimiento con respecto a la cotización actual ya que según señaló “se argumenta que las empresas dedicadas a la IA, la robótica y quizás los vuelos espaciales representarán casi todo el valor.”
Elon Musk no tiene reparo en reconocer el valor actual y potencial que otras compañías tecnológicas puedan tener, como demostró al apuntar a dos de ellas como grandes referentes de los próximos años: “Google va a ser muy valioso en el futuro. Han sentado las bases para una enorme creación de valor desde la perspectiva de la IA. Nvidia es evidente en este momento”, destacó durante el espacio con Nikhil Kamath.
Bien es cierto que los pronósticos de Elon Musk no juegan con el riesgo, sino que los hace sobre dos de las compañías con mejor posición en el mercado tecnológico actual y de las que mayor crecimiento han demostrado en 2025. Con el camino que todavía parece quedar por recorrer, Elon Musk aboga por un crecimiento todavía mayor para ellas y para los representantes directos e indirectos del sector.