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SpaceX nos va a llevar a la Luna con esta tecnología: quieren acelerar el proceso

La empresa de Elon Musk buscará cambiar la estructura del modelo de Starship para simplificarlo y así poder volver a llevar a cabo esta proeza espacial que no se produce desde el año 1969

SpaceX muestra cómo será el interior del módulo de aterrizaje Starship HLS, tan alto como un edificio de 17 pisos.
SpaceX nos va a llevar a la Luna con esta tecnología: quieren acelerar el procesoSpaceX.

La innovación y los proyectos espaciales parece nunca tener fin. Desde hace bastante tiempo SpaceX, la compañía de Elon Musk, cuenta con una gran cantidad de planes a lo largo del vasto espacio y las estrellas, entre los que destaca el de volver a enviar a astronautas estadounidenses a la superficie de la Luna a través de un nuevo y simplificado módulo de aterrizaje.

El programa Artemis de la NASA, cuyo objetivo es establecer presencia humana permanente en nuestro satélite natural más cercano, es de los más ambiciosos conocidos hasta la fecha. Pese a ello, al igual que ha ocurrido en el pasado con otros proyectos, los sobrecostes, retrasos y numerosos problemas técnicos han puesto trabas a la hora de que todo saliese como es debido. Uno de los mayores problemas ha sido el del módulo de aterrizaje lunar. Aquí es donde aparece SpaceX.

El plan original de la empresa de Elon Musk era el de construir un módulo de aterrizaje basado en su famoso cohete Starship, que todavía se encuentra en fase experimental, para apoyar a la NASA con el programa Artemis. Más que un simple módulo, la nave sería en su totalidad una Starship completa, con perfiles aerodinámicos y escudos térmicos. El plan principal será el de llevar unas 100 toneladas de materiales para comenzar la creación de una base sostenible y completa en la Luna.

Para que toda esta operación termine llevándose a cabo, hará falta mucho más que un único módulo de aterrizaje. Según ha señalado el medio especializado New Atlas, esto implicaría que habría que hacer entre 15 y 30 lanzamientos de Starship para acoplarse con el módulo en el espacio en una órbita de halo casi rectilínea (NRHO). También se deberán trasnferir 1200 toneladas de combustibles criogénicos volátiles para el aterrizaje y para compensar las pérdidas por evaporación del combustible antes o durante la misión. Todos los tanques deben ser reutilizables y contar con un sistema de aterrizaje propulsado para su regreso a la Tierra.

Tensiones en la relación NASA-SpaceX

Esta idea no ha sentado bien dentro de la NASA, que ha estado lidiando con presiones políticas y contratiempos con el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y la nave espacial tripulada Orion. Un factor particularmente irritante es que el proyecto de SpaceX se ha retrasado, con la demostración de transferencia de propelente criogénico en órbita pospuesta hasta 2026.

El pasado mes de octubre, el administrador interino de la NASA, Sean Duffy, solicitó una aceleración significativa del programa del módulo de aterrizaje, que incluía la participación directa de SpaceX, hasta entonces el último contratista junto a Blue Origin. Esto tenía la implicación de presentar planes revisados ante la agencia estatal previa al 29 de octubre. En respuesta, SpaceX ha presentado un plan para un aterrizaje más simplificado.

Una reestructuración de los planes iniciales del proyecto

La simplificación está basada en una reducción de la versión original de Starship, que priorizará la velocidad y la seguridad de la tripulación en detrimento de la capacidad total de carga. De esta manera tendrán que prescindir parte del equipo de la nave, además de tener que emplear tanques de reabastecimiento desechables y eliminar componentes aerodonámicos y escudos térmicos para ahorrar peso. Además, se abandonaría el encuentro en órbita NRHO en favor de uno en órbita lunar baja, que requiere menos energía y es más seguro en caso de tener que abortar la misión.

El objetivo de todo esto es simplificar el hardware e imponer hitos para acelerar la aprobación de los diversos sistemas de a bordo, así como las modificaciones a la Starship, que incluyen la instalación de dos nuevas esclusas de aire (cada una con mayor volumen que la del Módulo Lunar Apolo) y un sistema de descenso para bajar a los astronautas a la superficie en lugar de tener que descender por una escalera de 30 metros. "Starship sigue siendo, a la vez, la vía más rápida para el regreso de humanos a la superficie lunar y un elemento clave para el programa Artemis, cuyo objetivo es establecer una presencia permanente y sostenible en la Luna", declaró la compañía en un comunicado.