¿Adiós al teletrabajo?
Google está pidiendo a algunos trabajadores en remoto que vuelvan a las oficinas: si se niegan, podrían perder sus empleos
El teletrabajo puede tener los días contados en Google. El coloso tecnológico quiere que sus trabajadores vuelvan a la oficina, pero un gran número de ellos se niega a regresar
El COVID supuso un antes y después en el mundo laboral. El principal motivo es la implantación del teletrabajo, algo que muchos trabajadores siguen prefiriendo, pese a las reticencias de las empresas. Una de las compañías empeñadas en traer de vuelta el modelo presencial es Google, que está obligando a sus empleados a volver a las oficinas, al menos de forma híbrida.
Según informa el medio estadounidense CNBC, Google está exigiendo a sus empleados en remoto que regresen a la oficina. Si bien la exigencia varía dependiendo del departamento en el que estén, en líneas generales está endureciendo sus políticas de teletrabajo. En caso de no aceptar la demanda, los trabajadores pueden ser despedidos.
El problema del teletrabajo en el sector tecnológico
El teletrabajo llegó para quedarse en ciertos sectores, pero no parece que sea así en el tecnológico. Grandes colosos como Amazon y Google están finiquitando dicho modelo. Existen varios motivos para ello, al menos según las empresas, como la falta de innovación, la supuesta caída de la productividad o incluso la justificación de inversiones en oficinas.
En un sector donde la innovación es clave, se necesitan buenas ideas. Por ello, los grandes titanes del sector sostienen que las típicas "charlas de pasillo" resultan clave para ello, ya que favorecen la resolución de problemas, algo esencial en áreas como el desarrollo de la inteligencia artificial, pero también en el nacimiento de nuevas ideas que originan proyectos clave.
Luego tenemos otros motivos, como la justificación del gasto en oficinas —muchas de ellas construidas o alquiladas por varios años—, la facilidad para la supervisión e incluso el recorte de costos sin despidos. Sobre esto último, puede ser una forma indirecta de reducir plantilla, dando a elegir a los trabajadores entre mantener su puesto presencialmente o renunciar.
Precisamente, una de las empresas que está pidiendo a sus trabajadores que vuelvan a las oficinas es Google. El gigante de Mountain View habría advertido a sus empleados en remoto de que su puesto de trabajo peligra si no regresan a la oficina, según varios documentos obtenidos por CNBC.
De todos modos, existen varios matices respecto a esto. Lo primero es que, dependiendo del departamento, se está exigiendo o no. Lo segundo es que, en muchos casos, también se ofrece el modelo híbrido, con al menos tres días en la oficina. También se están cubriendo los gastos de mudanza en un gran número de trabajadores que acepten la petición.
Por otro lado, Google no ha decidido súbitamente en abril de 2025 que los trabajadores vuelvan a las oficinas, ya lo tenía pensado. De hecho, en marzo ya ofreció un paquete de salida voluntaria a los empleados a tiempo completo del departamento People Operations que no quisiesen volver.
Recordamos que la gran G no es la única, siendo el caso más sonado el de Amazon, pero también tenemos el de Grindr, que desató las protestas por parte de sus trabajadores. En muchos casos, al asentamiento del teletrabajo se suma que las oficinas se encuentran en urbes como San Francisco, la capital tecnológica de EE.UU., cuyo alquiler medio se sitúa en torno a los 3.000 euros, un coste demoledor para los trabajadores, y un coste de vida que le va a la par.
En resumen, por un lado, tenemos empresas que necesitan la innovación y han pagado millones de dólares por oficinas; mientras que, por otro, están los trabajadores, quienes cumplen con sus horarios laborales desde casa y sin tener que residir en costosas zonas, como San Francisco. Por ello, no parece que la disyuntiva del teletrabajo vaya a resolverse fácilmente.