
Tecnología
Jerez confidencial: descubrimos cómo Lenovo ayuda a Ducati y Márquez a rozar la perfección en MotoGP
Tuvimos la oportunidad única de colarnos en el garaje del Ducati Lenovo Team de MotoGP para descubrir cómo la tecnología de Lenovo se ha convertido en el arma secreta que impulsa a sus bestias rojas

El aire vibra en Jerez. No es solo el calor que empieza a apretar en la campiña gaditana desde las primeras horas de la mañana, es el rugido ensordecedor de las MotoGP devorando el asfalto del Circuito Ángel Nieto. Es el olor a gasolina, a goma quemada, a competición en estado puro. Estar aquí, en el corazón del Gran Premio de España 2025, es un privilegio; hacerlo invitado por el equipo campeón del mundo, el Ducati Lenovo Team, es sumergirse en la trastienda de la élite del motociclismo.
Y lo que descubres va mucho más allá de la velocidad y la adrenalina que se ven en la pista. Descubres que detrás de cada milésima de segundo arañada al crono, detrás de cada adelantamiento, hay un gigante tecnológico trabajando en la sombra, un socio invisible pero fundamental: Lenovo.
Pasear por el paddock de MotoGP es entrar en una ciudad itinerante de alta tecnología. Motorhomes que parecen naves espaciales, camiones convertidos en talleres de precisión milimétrica y, en el epicentro de cada equipo, el garaje.
El del Ducati Lenovo Team es un hervidero de actividad perfectamente orquestada. Monitores por todas partes mostrando datos incomprensibles para el profano, ingenieros con la mirada fija en las pantallas, mecánicos trabajando con la precisión de cirujanos sobre las Desmosedici, esas bestias rojas de más de 250 caballos en tan solo 157 kilos de peso. Aquí no solo se compite: se investiga, se desarrolla y se innova, todo ello a un ritmo frenético.
En este ecosistema de máxima exigencia, Lenovo ha dejado de ser un simple patrocinador con su logo bien visible en el carenado y el mono de los pilotos. "Lenovo ya es parte del equipo Ducati y como tal, participan en la toma de decisiones del equipo", nos confirma Mauro Grasilli, el Director Deportivo de Ducati Corse.
No es una frase hecha. La tecnología de Lenovo, desde los potentes portátiles ThinkPad y workstations ThinkStation que usan los ingenieros hasta los servidores que procesan datos en el box y remotamente, es una herramienta fundamental que "ayuda a tomar decisiones técnicas importantes". En un equipo formado por unas 150 personas, donde cada detalle cuenta, la tecnología es el pegamento que une talento humano y rendimiento mecánico.
La "fábrica de datos" sobre ruedas: sensores por todas partes

Para entender el papel de Lenovo, primero hay que comprender la materia prima con la que trabajan: los datos. Cada una de las Ducati Desmosedici que salen a pista es, en esencia, una fábrica de datos rodante.
Olvídate de la telemetría básica de hace unos años. Hablamos de decenas de sensores repartidos por toda la moto, monitorizando cada parámetro imaginable en tiempo real.
Hay sensores inerciales que miden inclinación, aceleración y giros en todos los ejes, como si la moto tuviese su propio oído interno superdesarrollado. Sensores que registran la velocidad del vehículo, la presión y temperatura de los frenos, la posición exacta del acelerador, el embrague, la marcha engranada, la velocidad de la rueda trasera, la temperatura de los neumáticos, el recorrido milimétrico de las suspensiones...
A esto se suman sensores ambientales que captan la presión atmosférica, la humedad y la temperatura del aire, factores cruciales que afectan al rendimiento del motor y a la aerodinámica. Y, por supuesto, sensores dedicados al corazón de la bestia: el motor. Se mide la posición de las válvulas, la de los conductos de admisión variables, la presión del combustible y del aceite, la temperatura del refrigerante, la posición exacta del cigüeñal, la marcha insertada y las revoluciones del motor.
Es una sinfonía de datos que fluye constantemente desde la moto hacia el box. Cada vuelta genera una cantidad ingente de información que permite a los ingenieros entender al detalle cómo se comporta la máquina, cómo interactúa con el asfalto, con el piloto y con las condiciones cambiantes del circuito. El objetivo final, como recalca Grasilli, es claro: "mejorar el rendimiento a través de la innovación". Y la base de esa innovación son los datos.
El cerebro digital: donde Lenovo entra en juego

Recopilar datos es solo el primer paso. La verdadera magia (y el verdadero reto) está en procesarlos, analizarlos y convertirlos en información útil para tomar decisiones en tiempo récord. Y aquí es donde la colaboración con Lenovo se vuelve indispensable.
Porque para manejar tal avalancha de información y ejecutar las complejas simulaciones que exige el desarrollo de una MotoGP, hace falta una cosa por encima de todo: potencia computacional. Una palabra que escuchamos repetidamente durante nuestra visita.
Los ingenieros de Ducati utilizan estaciones de trabajo y servidores de alto rendimiento de Lenovo, tanto en el propio circuito como en la sede central de Ducati Corse en Borgo Panigale, Italia. La fiabilidad y la velocidad son cruciales. "El procesado es rápido y fiable", asegura Grasilli, algo vital cuando las decisiones se toman contrarreloj durante un fin de semana de Gran Premio.
De hecho, esta capacidad de procesamiento remoto fue uno de los primeros grandes proyectos conjuntos entre Ducati y Lenovo, iniciado allá por 2020. "Al viajar entre países, era complicado establecer centros móviles donde procesar los datos con la potencia necesaria", explica Grasilli. La solución fue construir una infraestructura potente en la sede central a la que transmitir los datos críticos desde cualquier circuito del mundo. Allí, los servidores de Lenovo pueden realizar simulaciones complejas y análisis profundos que luego se envían de vuelta al equipo en pista.
El impacto ha sido tal que Grasilli lo deja claro: "Ya no podríamos volver a trabajar como lo hacíamos antes".
Este flujo de trabajo permite una agilidad asombrosa. Nicolò Mancinelli, Jefe de Rendimiento de Vehículo en Ducati Corse, nos da un ejemplo práctico: "Se recopilan datos el viernes en el entrenamiento, y ya están listos para aplicar cambios en la carrera del domingo".
Hablamos de poder realizar entre 20 y 25 modificaciones de parámetros en la configuración de la moto basándose en los datos y simulaciones del fin de semana. Una capacidad de reacción impensable hace no tanto tiempo.
Simulaciones y gemelos digitales: anticipándose al futuro (y a las curvas)

La potencia computacional que aporta Lenovo no solo sirve para analizar los datos recogidos en pista, sino también, y de forma cada vez más importante, para simular escenarios y predecir comportamientos antes incluso de que la moto ruede. "Las simulaciones son importantes para anticiparnos en el desarrollo", afirma con rotundidad Mancinelli.
Gracias a la capacidad de cálculo de los sistemas Lenovo, los ingenieros de Ducati pueden ejecutar simulaciones increíblemente complejas sobre la dinámica de la moto, la aerodinámica a diferentes velocidades y ángulos de inclinación, el rendimiento del motor bajo distintas condiciones atmosféricas, el comportamiento de las suspensiones en cada tipo de bache o la gestión del consumo de neumáticos. Estas simulaciones permiten probar virtualmente miles de configuraciones y entender qué cambios pueden funcionar mejor en cada circuito específico, ahorrando un tiempo precioso en pista.
Y la cosa no acaba ahí. Ducati y Lenovo están explorando fronteras aún más avanzadas. Un ejemplo es un robot autónomo, mostrado en el pasado Mobile World Congress 2025 de Barcelona (aunque, desafortunadamente, no ha estado listo para recorrer el circuito de Jerez), cuyo objetivo es escanear los circuitos con un nivel de detalle sin precedentes, comenzando (previsiblemente) por el circuito Balaton Park Circuit de Hungría.

La idea es crear un gemelo digital ultra preciso de cada trazado, capturando cada curva, cada peralte, cada cambio de rasante con una fidelidad milimétrica. Estos datos se transmiten a los ingenieros para alimentar simulaciones aún más realistas y fiables.
El objetivo es siempre el mismo: anticiparse. Predecir cómo se comportará la moto, cómo reaccionará a los ajustes, qué estrategia de neumáticos será la óptima. En esta búsqueda constante de la predicción perfecta, Ducati también utiliza machine learning para obtener recomendaciones a partir de los patrones encontrados en la ingente cantidad de datos históricos y en tiempo real. "Cada día encontramos cosas que nos sorprenden", confiesa Mancinelli, refiriéndose a las conclusiones inesperadas o a las situaciones que a veces surgen del análisis profundo de los datos. Incluso usan la IA para simular situaciones que son difíciles de medir con precisión en el mundo real.
El factor humano y los límites de la simulación (con Marc Márquez)

Ante tal despliegue tecnológico, uno podría pensar que las carreras se deciden casi exclusivamente en los ordenadores. Pero MotoGP es mucho más complejo. Hablamos con uno de los protagonistas indiscutibles del fin de semana y de la temporada, Marc Márquez, recién llegado al universo Ducati, y nos ofrece una perspectiva clave: "A diferencia de la Fórmula 1, aquí no hay un simulador que transmita los cambios que pasan montado en una moto de MotoGP".
Márquez pone el dedo en la llaga. Simular el comportamiento dinámico de una moto, con un piloto moviéndose constantemente sobre ella, inclinaciones extremas, la deformación y el tacto de los neumáticos, es infinitamente más complejo que simular un coche. La tecnología ayuda, y mucho, pero el feeling, la intuición y la habilidad del piloto siguen siendo absolutamente cruciales.
Incluso en la recopilación de datos hay desafíos. Mancinelli nos cuenta que los datos de vídeo son muy importantes, pero también pesan una barbaridad y requieren una enorme capacidad de procesamiento. Por eso, a veces tienen que buscar un equilibrio entre la calidad de imagen y el tamaño del archivo, llegando a usar cámaras que no son "excesivamente profesionales" para poder manejar esos datos de forma ágil.
Al final, la tecnología de Lenovo proporciona las herramientas, la potencia y la capacidad de análisis. Pero son las 150 personas que forman el Ducati Corse Lenovo Team (ingenieros, mecánicos, estrategas, telemétricos y, por supuesto, los pilotos) quienes interpretan esa información, la combinan con la experiencia y toman las decisiones finales. Y como nos recordaba Grasilli, Lenovo no es un mero proveedor, sino que "participa en la toma de decisiones del equipo". Es una simbiosis.
La tecnología invisible que impulsa al campeón

Salir del box de Ducati en Jerez es como volver al mundo real después de haber visitado el puente de mando de una nave espacial. La intensidad, la concentración y el nivel tecnológico que se manejan allí dentro impresionan.
Queda claro que ganar en MotoGP hoy en día es el resultado de una ecuación complejísima donde el talento del piloto y la excelencia mecánica de la moto son variables fundamentales, pero donde la tecnología, el análisis de datos y la potencia computacional juegan un papel cada vez más decisivo, aunque a menudo invisible para el espectador.
La alianza entre Ducati Corse y Lenovo es el ejemplo perfecto de esta nueva era. No se trata solo de pegar pegatinas en el carenado, sino de una integración profunda donde la tecnología de uno impulsa la capacidad de innovación y rendimiento del otro.
Desde procesar cantidades ingentes de datos en tiempo real hasta simular el comportamiento de la moto en la siguiente curva o desarrollar robots que mapean circuitos al milímetro, Lenovo se ha convertido en el sistema nervioso digital que permite a Ducati seguir rozando la perfección en el campeonato más exigente del mundo sobre dos ruedas.
El rugido de la Desmosedici en la recta de Jerez es pura emoción, pero detrás de esa emoción hay un universo de tecnología y datos trabajando a pleno rendimiento. Y eso, en gran parte, es gracias a la potencia silenciosa de Lenovo.
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