Internet satelital
El nuevo "megasatélite" de Elon Musk: así son los V3 de Starlink, 20 veces más potentes y con 60 terabits de capacidad
SpaceX promete revolucionar la conexión a internet con sus nuevos satélites Starlink V3, monstruos tecnológicos diez veces más rápidos que los actuales y tan grandes que solo podrán ser desplegados por el gigantesco cohete Starship
La nueva generación de satélites Starlink para ofrecer conexión de internet de alta velocidad y baja latencia en todo el mundo que prepara la compañía estadounidense SpaceX es sumamente ambiciosa. Tanto que ha creado un problema logístico con el que en un primer momento la firma que lidera Elon Musk no contaba.
Los nuevos aparatos, bautizados como V3, tienen un peso cercano a los 2.000 kilogramos por unidad, una cifra que pulveriza los menos de 600 kilogramos de los modelos V2 Mini a los que vienen a sustituir. Este drástico aumento de tamaño y masa los hace incompatibles con los cohetes que la empresa ha utilizado hasta ahora para tejer su red espacial.
Este salto de escala obliga a la firma aeroespacial estadounidense a depender exclusivamente de su nuevo vehículo de lanzamiento, el cohete reutilizable Starship, para poder poner en órbita estas nuevas unidades.
Una revolución con letra pequeña para el consumidor
La dependencia es total, pero la recompensa es enorme: un solo lanzamiento a bordo del Starship añadirá veinte veces más capacidad a la red de lo que conseguía una misión completa con los satélites anteriores a bordo de un cohete Falcon 9.
Todo este despliegue responde a un objetivo muy concreto: ofrecer a los usuarios una conectividad ultrarrápida de gigabit, una velocidad que compite directamente con las mejores ofertas de fibra óptica terrestre.
El plan es que la red global alcance una capacidad total de 60 terabits por segundo, un salto de gigante para las comunicaciones satelitales. Cada satélite V3 es más de diez veces más rápido que los modelos V2 a los que reemplazará, tal y como han publicado en Tom's Hardware.
Por otro lado, esta transformación tecnológica no será transparente para los clientes actuales de la compañía. Para poder exprimir al máximo las velocidades prometidas por la nueva constelación de satélites, todo apunta a que los usuarios tendrán que adquirir nuevo hardware compatible, lo que implicará la compra de nuevas antenas y rúteres diseñados específicamente para operar con la red V3.
En definitiva, el proyecto de SpaceX no se limita a una simple mejora de su servicio, sino que supone un salto cualitativo en su objetivo de dominar el acceso a internet desde el espacio. La combinación de satélites más potentes con un sistema de lanzamiento de una eficiencia sin precedentes busca transformar por completo el panorama de las telecomunicaciones a escala mundial.