Espacio
Pintura "invisible" para blindar satélites: la nueva tecnología que protege la electrónica espacial de la radiación
La electrónica de que están dotados los satélites se veía comprometida por los fotones, neutrones y protones y esta solución puede aumentar la protección frente a ellos
Las partículas de radiación presentes en el espacio son motivo de estudio para científicos y área en la que trabajar de forma exhaustiva para los ingenieros a la hora de desarrollar los componentes de satélites y demás elementos ideados para comunicaciones, navegación, observación meteorológica, investigación científica o militar.
No sabemos las consecuencias que habría tenido en la radiación espacial el plan que tuvo Estados Unidos a finales de la década de los cincuenta de bombardear atómicamente la Luna pero a buen seguro habría cambiado el rumbo de todas las investigaciones actuales.
El óxido de metales pesados como solución
Y es que los científicos e ingenieros tienen que llevar a cabo estudios y pruebas a conciencia antes de aplicar en los satélites cualquier nuevo elemento que sirva para su protección. Lo normal es que se piense en cuestiones como la radiación, puesto que en caso de impactos de elementos como el último cuerpo que ha entrado en el sistema solar ninguna protección sería útil.
En materia de protección contra la radiación encontramos el estudio más reciente y del que se ha hecho eco la publicación Science Direct, en el que se analiza un nuevo componente capaz de proteger la electrónica utilizada en los elementos que viajan y viven en el espacio. Dicha protección se llevaría a cabo mediante un recubrimiento especial conformado con infusión de óxido metálico (MOICC) y que, a tenor de las pruebas realizadas, promete prolongar la vida útil de los satélites en los que se emplee.
Se trata de una nueva solución que daría una protección mayor frente a la radiación a la que se exponen los componentes electrónicos de los satélites en el espacio, en especial de los protones y electrones atrapados en el cinturón de Van Allen y que pueden comprometer la durabilidad de los aparatos.
Frente a los compuestos empleados actualmente y que solo protegen contra polvo y humedad como puede ser el aluminio, la infusión estudiada, que cuenta con metales pesados como el gadolinio, extiende una barrera adicional contra la radiación y con ello aumenta la capacidad de mantener alejadas de los circuitos y componentes tecnológicos partículas como fotones y protones, que pueden comprometer la vida útil de los satélites.
Este nuevo compuesto vendría a sustituir en su uso al aluminio, que es el elemento más común empleado en la actualidad. El aluminio ha sido una buena solución hasta el momento dado que además de cierta protección frente a este tipo de compuestos, servía para la construcción estructural de los aparatos. No obstante, su limitación en cuanto a peso y esa falta de fiabilidad a la hora de bloquear la radiación ha impulsado la investigación de nuevas opciones.
Las simulaciones realizadas por los científicos y en las que compararon el rendimiento del óxido de metales pesados (MOICC) con respecto al aluminio a través del método Monte Carlo arrojaron un resultado notable: la protección de la electrónica de los satélites era mejor con el nuevo compuesto que con el aluminio. Además, este nuevo compuesto cuenta con una ventaja adicional y es que puede aplicarse directamente sobre las piezas más sensibles, reduciendo el peso del aparataje.
En este punto, falta por ver la viabilidad económica del proyecto, si bien contar con un nuevo material que aumenta la protección frente a la radiación y que puede aliviar el peso de los satélites y prolongar su vida útil parece un buen punto de partida para mantener la línea de investigación hasta lograr asentar el óxido de metales pesados como solución a corto y medio plazo.