Trucos
Cómo enfriar bebidas en tres minutos sin usar el congelador
Este sencillo truco, que solo requiere cuatro elementos comunes en cualquier hogar, te permite disfrutar rápidamente de una bebida fría gracias a los procesos químicos que se desencadenan entre ellos
Con temperaturas por encima de los 40 grados, como viene ocurriendo esta semana, bebemos más y con más ganas, pero no siempre tenemos a mano una bebida fría disponible o tan fría como nos gustaría. En un caso así, lo normal es meterlas al congelador… y esperar. Una lata de cerveza o de un refresco, por ejemplo, tarda aproximadamente una hora en enfriarse en el congelador y hasta tres horas en ponerse bien fresquita en la nevera, aunque dependerá de las temperaturas seleccionadas en cada aparato. En cualquier caso, una espera que se puede hacer eterna cuando el calor y la sed aprietan en plena ola de calor.
Para resolver ese tipo de situaciones existe un truco, bien integrado en la cultura popular, que requiere de solo cuatro elementos disponibles en todos los hogares y sirve para enfriar una bebida en tan poco tiempo como tres minutos. Lo que se necesita es un recipiente que puede ser un cubo o un bol, hielo, agua, sal y la bebida, por supuesto.
La combinación del hielo y el agua con la sal produce dos fenómenos conocidos como reacción endotérmica y descenso crioscópico que consiguen, por un lado, absorber el calor de la bebida rápidamente y, por otro, enfriar más el agua.
Una reacción endotérmica es un tipo de reacción química en la que se consume energía en forma de calor y es lo que hace la sal al absorber el calor de las latas o botellas de bebida mientras se disuelve en el agua. Por eso es más efectivo que el simple uso de hielo, que es lo primero que viene a la mente cuando se quiere enfriar algo sin hacer uso de la nevera o el congelador.
El descenso crioscópico es consecuencia de la interacción entre el agua y la sal. Se trata de otro fenómeno químico por el que la sal disminuye el punto de congelación del agua, de forma que esta alcanza una temperatura inferior a cero grados pero sin congelarse. Según indica el doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos Miguel A. Lurueña en el siguiente, tuit, el agua puede alcanzar hasta menos quince grados, con lo que el frío se transmite más y durante más tiempo que si no se usa sal.
Realizar este truco es muy sencillo. Deposita tus bebidas en un cubo, llénalo de hielo y agua, echa una cucharada sopera de sal común y remueve. Como consecuencia de ambos fenómenos químicos, nuestras bebidas estarán listas para refrescarnos en solo tres minutos.
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