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Los drones FPV con fibra óptica de Rusia contra los que la guerra electrónica es inútil

Rusia está aumentando el uso de estos drones que se han demostrado particularmente eficaces en ataques contra tanques suministrados por Occidente como los Leopard 2A6, Abrams M1A1 y Challenger 2

Los drones FPV con fibra óptica de Rusia contra los que la guerra electrónica es inútil.
Los drones FPV con fibra óptica de Rusia contra los que la guerra electrónica es inútil.RussianArms.

La agencia de noticias estatal rusa Tass se hacía eco este miércoles del exitoso ataque de un nuevo dron FPV con fibra óptica contra un vehículo de combate ucraniano en el frente de Kursk. Este tipo de drones constituye una nueva amenaza rusa, según señaló Oleksandr Syrskyi, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el pasado 5 de enero. Tras anunciar el número de ataques con drones de Ucrania realizados durante diciembre —contra 54.000 objetivos rusos, la mitad con drones kamikaze—, Syrskyi alertó de los riesgos significativos que para sus tropas tiene el creciente uso de los drones FPV con fibra óptica por parte de Rusia, una tecnología que ha mejorado drásticamente las capacidades de sus Fuerzas Armadas.

Estos drones están equipados con cables de fibra óptica que les permiten operar en entornos en los que los drones tradicionales no son eficaces. A diferencia de estos, que dependen de señales de radiofrecuencia o GPS para comunicarse con los operadores, los drones FPV con fibra óptica utilizan una conexión por cable para transmitir datos y vídeos. Esto ofrece una ventaja táctica significativa: inmunidad a las interferencias de los sistemas de guerra electrónica (EW, por sus siglas en inglés).

En un conflicto como el de Ucrania, en el que los sistemas EW son comunes para contrarrestar los UAV enemigos, esta característica hace que los drones de fibra óptica sean un activo de gran valor. La capacidad de mantener una comunicación segura e ininterrumpida con el dron abre nuevas posibilidades para realizar ataques tácticos con mayores probabilidades de éxito.

Estos drones suelen estar diseñados para operaciones de reconocimiento, vigilancia y ataques de precisión de alcance medio a largo. Tienen un rango de hasta 20 kilómetros, dependiendo de la longitud del cable de fibra óptica y la configuración del despliegue. Su diseño les permite volar a baja altura y velocidad, lo que dificulta su detección, mientras siguen proporcionando una transmisión continua de vídeo de alta calidad que ayuda a los operadores a rastrear y atacar objetivos.

Los drones FPV con fibra óptica suelen equiparse con pequeñas cargas explosivas y han demostrado ser muy efectivos para desactivar o destruir objetivos fuertemente blindados, incluidos tanques, artillería y otros vehículos militares.

Entre los objetivos más destacados que, según el medio ruso Topwar, han sido destruidos por estos drones se encuentran tanques avanzados suministrados por Occidente, como el Leopard 2A6, el Abrams M1A1 estadounidense y el Challenger 2 británico. También han sido acreditados con la destrucción exitosa de tanques ucranianos T-64, obuses M777 estadounidenses, artillería autopropulsada Caesar francesa y armas autopropulsadas M109 Paladin estadounidenses.

Sin embargo, estos drones no están exentos de desventajas. La principal limitación es el cable de fibra óptica, que restringe el alcance y la maniobrabilidad del dron. Al tratarse de una conexión física, puede ser cortado o dañado y, como resultado, el dron desactivarse en medio de una operación. A pesar de estos inconvenientes, las ventajas que ofrecen en términos de fiabilidad operativa y precisión superan las limitaciones.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la logística implicada en la gestión de estos drones es más compleja que con los UAVs tradicionales. Se requieren equipos terrestres para desplegar y gestionar los cables de fibra óptica, lo que añade una capa adicional de coordinación y soporte. Esto puede ser un problema en situaciones de combate en las que el tiempo y la rapidez son esenciales.

Aunque Rusia ha tomado la delantera en el despliegue de estos sistemas, Ucrania ya ha comenzado a probar este tipo de tecnología para contrarrestar la guerra electrónica rusa y mantener la continuidad operativa en el frente.